[refugio militar]Manos a la obra[Martin Ribas]

El soldado fue temprano hasta la habitación de Ribas, abriendo el cerrojo de su puerta.
-Padre...padre, ¿esta despierto?-preguntó cauteloso de no molestar al sacerdote.

(el sacerdote ya estaba despierto desde hace un rato atrás, para realizar sus oraciones de la mañana . por lo que estaba esperando al soldado)

-si, estoy listo que curre?

-Nada especial padre, le he traído su desayuno-exclamó con cierta alegría que se perdía por la distorsión de la voz, efecto de la máscara.
Dejo el pan y el café sobre la cama.
-¿cual es el plan para hoy?-preguntó el escolta siempre de pie y en actitud respetuosa.

-muchísimas gracias amigo.(el sacerdote sonrió por la agradable sorpresa. se levanto y recibió el desayuno.)

-bueno, creo que esperar ordenes. yo estoy a disposición de mis hermanos. (dijo esto mirándolo al rostro)

El soldado pareció inquietarse un poco.
-¿se acuerda la joven que conocimos ayer?, parece que la ejecutarán hoy...dicen que ella fue la causante del desastre de ayer cuando se soltaron los dementes-comentó.

-la doctora samanta???? (dijo poniéndose una mano en el mentón y guardando un momento de silencio)

-nosotros los sacerdotes solo podemos lamentablemente encargarnos de las cuestiones del alma... pero no entrometernos en los asuntos de estado... pero me gustaría ver si quiere confesarse antes de su muerte para que por lo menos su alma este en paz cuando llegue el momento.(serró los ojos un instante... miro al cielo y se pregunto que debía decir y hacer)

-me podrías llevar a ella ? crees que se molesten si la confieso antes de su muerte?.

el militar dudo un poco.
-creo que podría ser posible, aunque un poco arriesgado-dijo con una sonrisa.
-se dice que ella fue la culpable de que los dementes se soltaran y mataran a muchos inocentes...-contestó.

(el padre dudo un momento, pues si salma había sido capas de eso, podría intentar alguna estupidez y el no quería ser culpable de su muerte)

-como le dije hermano, los asuntos de estado son asuntos de estado, y si intenta alguna estupidez usted estará cerca para proceder como corresponda. pero si no es posible no importa. ademas debemos ir a ver a los pacientes.

-Esta bien, veré que puedo hacer-exclamó el soldado gentil.
-espéreme un momento, iré a consultar por su celda, por mientras puede quedarse aquí o dar una vuelta por el refugio-agregó realizando un gesto con la cabeza para luego marcharse.

(el sacerdote se despidió amablemente y se quedo en la habitación sin salir de ella, rezando, a la espera del soldado)

El soldado regreso al poco tiempo.
-He charlado con el Teniente, me dijo que si Salma cooperaba con el interrogatorio la dejarían pasar sus ultimas horas con usted-señaló.
-ahora acaban de llevar a un tipo, al parecer amigo de Salma...un tal Vladimir-agregó.

Spoiler:

(el sacerdote lo miro con una sonrisa)

-bueno entonces vamos a dar una vuelta, veamos como están los enfermos hoy día, y si la doctora necesita algo, salgamos de aquí un poco.

El militar asintió llevando al sacerdote de regreso a la sala de enfermos, la cual ya estaba abierta pese a que la mayoría de ellos dormían.
La doctora en cambio estaba despierta, su rostro era cansado y algo demacrado, seguía con la vista fija en sus papeles, al ver llegar a los hombres los miro a lo lejos.
-Buenos dias...-saludó de forma seria.

-buenos días( saludo de forma amable a la mujer, sentía pena por ella, a pesar de su dura forma de tratar a las personas se veía que sufría mucho por dentro, pensaba el sacerdote. se asesor a ella)

-venia a echar un vistazo, si podía ser de utilidad en algo. espero no interrumpirla-

-la verdad con los enfermos aún no necesito ayuda, siempre despiertan como a eso de medio día para su comida-dijo seria mirando en dirección a ellos.
-pero si quiere ser útil en algo puede ayudarme con estas fichas-exclamó mostrandole dos carpetas, una blanca y otra negra.
-en esta carpeta, digamos A, se encuentra la lista de los soldados que llegaron a la ciudad, en esta carpeta B son los nombres de los soldados enfermos o muertos desde la fecha. La idea es comparar las fichas e ir indicando en la carpeta A la situación de cada uno.
Los códigos para muertos es DD20, para contaminados CT45, y enfermos o heridos EH98.
Si los muertos fallecieron de contaminación debe colocar DD2/CT45, si fallecieron por enfermedad o heridas DD2/Eh98, si fue por otro motivo entonces DD2/0000, le parece claro?-explicó circunspecta, volteando su rostro para mirar por su microscopio, a parecer analizando unas muestras de sangre.

Carpeta Blanca
Juan Cárcamo
Violeta Rojas
Marianne Jones
George Pope
Martin Rozales
Angel Sanitte
Oscar Ford
Boris Kruskeinst
Edgar Chaunn
Susan Derev

...

Carpeta Negra

Violeta Rojas (muerta por contaminación)
Boris Kruskeinst (con vida)
Edgar Chaunn (contaminado)
Susan Derev (con vida pero herida)
Marianne Jones (muerta)
George Pope (herido)
Martin Rozales (herida)
Juan Cárcamo (muerto por contaminación)
Angel Sanitte (contaminado)
Oscar Ford (sano)

...

(el sacerdote asintió la cabeza con una sonrisa y procedió ha tomar las carpetas, y las ordeno de acuerdo a las indicaciones que le dio la doctora. termino el trabajo lo más rápido posible. el resultado de las fichas fue el siguiente.)


Carpeta Blanca

Juan Cárcamo: DD2/CT45
Violeta Rojas: DD2/CT45
Marianne Jones: DD2/0000
George Pope: EH98
Martin Rozales: EH98
Angel Sanitte: CT45
Oscar Ford:
Boris Kruskeinst:
Edgar Chaunn:CT45
Susan Derev: EH98

-listo doctora, e terminado y como me indico rellene las fichas con los códigos, sin embargo hay dos soldados que no están con código, puesto que no me dijo que código era para los sanos o con vida, lamentablemente me gustaría que fueran mas personas las que tuvieran ese código...(dijo después de darse cuenta la cruda situacion de los soldados)

La doctora asintió, despegándose del microscopio y las muestras de sangre.
-hemos tenido muchas bajas...no solo en Chiapre, el mundo esta de cabeza, entre histeria y malas decisiones-exclamó con voz plana mientras revisaba la carpeta en busca de algún error.
-no le asignamos códigos a los sanos solo le colocamos un clic con lápiz grafito dado que su situación podría cambiar en cualquier momento-señaló seria.
-pero por lo pronto ha hecho un buen trabajo, como única facultativa en este lugar no me queda tiempo para hacer todo a la vez...-agregó guardando las carpetas.

-la verdad no he podido encontrar nada extraño en la muestra de sangre de los infectados....a excepción de los contaminados muertos-señaló la mujer, mirando de reojo al sacerdote.
-Esta muestra de sangre es de un contaminado vivo, lo que llamo un "portador activo", si bien la sangre no muestra ninguna diferencia salvo en el colorido con la de una persona normal, el individuo presenta síntomas asociados a la enfermedad...manchas como moretones en el cuerpo, sangrado ocasional, episodios de alucinaciones, y la incapacidad de frenar sus impulsos. En este sentido creo que la contaminación atenta las redes neuronales en el cerebro-explicó para luego tomar la muestra del microscopio y cambiarlo por otra.
-esta es en cambio la sangre extraído de un contaminado muerto, ¿notas como es de oscura y liquida?, la persona falleció desangrada debido a que su sangre se diluyó y escapo de su cuerpo, son los que he llamado "portador fallido", estos enfermos mueren a los pocos minutos de contraer la enfermedad-comentó fríamente.
-por último están los "dementes", o "portadores reactivos", la verdad la naturaleza de como ataca en ellos la contaminación me desconcierta...pienso que es una variación grave de la enfermedad, pero aún no logro descubrirlo, no tengo los implementos ni la inteligencia para descubrirlo-termino de decir a tiempo que tomaba su tasa metálica para beber un cargado cafe.

(el sentido de las cosas que le decía la doctora, eran extrañamente coherentes y preocupantes. sin conocer realmente como se transmite la enfermedad podría ser cualquier cosa, el anhelo del sacerdote por ayudar era grande.)

-pero algún otro fluido corporal, como por ejemplo la saliva de los pacientes, mmmm estimada doctora, lo único que e visto parecido a estas cosas son posesiones demoníacas, que la ultima ves que vi una de ellas fue en el monasterio hace meses, pero en ningún caso los atacados por ellas morían. le digo esto por la locura, en la posesión demoníaca crea o no en ellas, el demonio al tratar de controlar el sistema nervioso de las personas las hace tener reacciones como las que he visto, agresivas pasionales. y si no fuera un virus o una enfermedad si no alguna clase de compuesto químico fallido en busca del control... me gustaría ayudarla en lo que pueda doctora, como sacerdote y intelectual, estoy para pensar. (dijo muy pensativo y reflexibo)

-soy una mujer de ciencia y hechos empíricos señor Ribas, de verdad creo que los cuentos sobre ángeles y demonios no vienen al caso-contestó escéptica al padre, dando una pequeña pausa.
-pero si tanto lo desea...puedo mostrarle al único portador reactivo que no pudo escapar del edificio, quien desenmascaro a aquella impostora de ayer-exclamó seria esperando la reacción del sacerdote.
-una vez que lo vea creerá mis palabras, la religión no tiene nada que ver-sostuvo con actitud parca.

-nunca he dicho lo contrario, solo comparo vivencias... veamos doctora quien es el sujeto. (dijo mirándola a los ojos)

-la doctora salma era una impostora?, el soldado me dijo que era culpa de ella la muerte de algunos civiles.

-así es...muchos soldados que lo único que deseaban era regresar a sus casas y saber el estado de sus familias, también mis compañeros doctores-dijo de forma seria pero sin mostrar emoción alguna, a ambos se acerco el escolta que regresaba para susurrarle algo a Martin.
-ya puede ver a la señorita Salma, la ejecutaran en dos horas mas-murmuró despacio.

-dios santo.(exclamo) que crimen tan horrible, bueno como hija de dios merece una ultima confesión... tendré que tener estomago para esto... me despido doctora, volveré por si me necesita. este en la paz del señor.(con estas palabras el sacerdote se despido y se dirigió al lugar donde estaba salma)

La doctora se despidió con un movimiento de cabeza para dar la espalda.
Entonces el joven soldado guió al sacerdote donde se encontraba encerrada Salma.

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