[Cyara]Palmas negras[Cecilia]

Luego de salir de los laboratorios, John y Edison conducieron a Cecilia hacia el noreste, a unas 10 cuadras del complejo tecnológico. Allí parecía haber una especie de gueto empresarial semi destruido, entre avalanchas de lodo, inundación y terremotos.
-Debes entrar allí, tarde o temprano seras abordada por ellos, toma-exclamó entregándole dos revólveres.
-Suerte-agregó serio John.

Cecilia reviso que tuviera balas, y tras despedirse de los dos con sendos besos en las mejillas, marchó para el lugar donde debian estar las palmas. Esperaba no tener que caminar mucho.

Tirada de suerte:

El miembro 'Muñeca de Trapo' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar dados

'Dado 10' : 6

John y Edison se devolvieron enseguida a los labortarios.

Cecilia avanzó por la calle principal, enseguida pudo sentir que era observada, su instinto se lo decia.
Aún asi aquellos silenciosos testigos parecían esperar que ella hiciera algo.

-eo factum ra de pei de pei- dijo en voz alta, a ver si eso servia de algo.

Hubo un lapso de silencio, antes de que una mujer rubia de unos 40 años apareció entre los escombros.
Se detuvo a tres metros de distancia de Cecilia, vestia jeens y una polera blanca, su cabello caia enmarañado hacia sus hombros.
-en este momento estas siendo apuntada por seis armas...mas vale que no hagas nada tonto niña-advirtió seca.
-¿Que haces aqui?, eres parte de las palmas u otro subgrupo de la zona-preguntó con voz tranquila, esperando que la muejer se explicara.

Cecilia levanto las manos arriba.

-No escuche una respuesta- dijo Cecilia, mirando a los ojos a la mujer- soy de las Palmas, no soy de esta zona, habia sido enviada aqui antes de la catastrofe y bueno, lo demas es historia conocida- dijo ella con referencia a la catastrofe que ocurrió antes.

-hemos escuchado tantas veces la contraseña, que ya no confiamos en ella-señaló directa.
La mujer medio sonrió, escupiendo en el piso.
-Asi que eres Palma eh?, entonces como sabias que nos encontrábamos en este lugar-preguntó suspicaz.
-cual era tu misión en cyara?-preguntó buscando la mirada de la joven.

-No voy a mentirles- les dijo ella- no le mentiria a otro Palma. Me encontre con John de las autodenominadas Cabezas Negras, nos tomo a mi y a otros refugiados como rehenes y yo aproveche para comentarle de mi situacion, el me conto una historia sobre un niño, CyberAstrum y conocer los secretos tras la gran catastrofe. Les dije que iba a ayudarlo si me llevaba donde estaban ustedes, y parece que lo hizo. Me alegra haberlos encontrado, lo unico malo es que planea ejecutar a los rehenes si no le ayudo- sonrió- pero eso ya se vera-

-Entiendo...-dijo la mujer tomandose los codos.
-agradezco que hayas sido sincera, hace algunas semanas John ya nos molestaba con eso del niño-exclamó seria.
-lo lamento por los rehenes...los cabezas no se distinguen por ser pacientes, sinceramente te digo que ya debes darlos por muertos-agregó relajada.
-Sígueme, te serviré algo de té-agregó volteando para caminar, a pesar de la actitud relajada de la mujer, Cecilia sigue sintiéndose observada y amenazada, como si miles de ojos la espiaran desde las sombras.

La mujer entró a uno de los edificios destruidos, adentro todo estaba sucio de tierra, había una mesa vieja y un par de sillas de madera.
-Quiero que pongas sobre la mesa tus armas, luego de ello conversaremos-dijo seria suponiendo que las traía consigo.
-no vengas con que no tienes, te registraremos y será peor-agregó en plural.

-Tengo solo estos dos revolveres- dijo Cecilia, poniendo sus revolveres sobre la mesa- si quieren pueden registrarme, no tengo nada que ocultar...-

De la nada un tipo con pasamontañas apareció por la espalda de Cecilia, llevaba un aparato de detector de metales, busco en el contorno de la misma alguna señal, y al verificar que no llevaba nada, retrocedió apoyandose en la pared apra quedar quieto como estatua.

-Toma asiento, soy Miriam-exclamó la mujer sentándose también.
-¿quiero saber que fue lo que te sucedió?, cual era tu misión en esta ciudad?, te acuerdas?-dijo seria, de pronto de la habitación una mujer con pasamontañas apareció, llevaba una bandeja con dos tazas, y una tetera ya caliente. Puso las cosas en la mesa, levantando las armas de Cecilia para llevarselas.
Miriam permaneció en silencio esperando una respuesta.

-Tenia que hablar con un tal Evans en un cafe, pero con el impacto y que me rompi una pierna nunca pude llegar- dijo Cecilia- francamente quiero volver a estar activa para las palmas, ahora que todo esto esta asi, siento que realmente podemos lograrlo- sonrió, de alguna manera veia la tragedia a su alrededor como una oportunidad.

-Evans...-dijo pensativa la mujer sirviendo los té.
-es algo que esperamos lograr, pero...el asunto es mas complicado, al menos ya dominamos parte de Cyara-agregó acercando la bebida a Cecilia, cogiendo ella la otra taza para beber.
-Evans, era un buen amigo mio...él nos trajo a la termita-señaló bebiendo un sorbo.

-Deberiamos controlar todo Cyara. Yo por lo que vi los hombres de los Cabezas son algo mas de 28, pero no muy habiles- dijo Cecilia- conozco las ubicaciones de dos de sus refugios ademas. Pero aunque la verdad es que me gustaria que se nos unieran, pero si no se puede, bueno... ¿Puedo preguntarte algo sobre la termita?-

-Dime...¿cuanto tiempo crees que hemos estado lideando con los cabezas?-preguntó mirando con intensidad a la joven, dió un suspiro bebiendo otro sorbo.
-el grupo de John son alrededor de 28, casi todos matones, criminales, muchos idiotas....pero expertos en lucha cuerpo a cuerpo, ademas tienen armas. El otro grupo es el de Kaila, se encuentra parapetado en el laboratorio y Dios sabe que lo mejor es mantenerse lo mas lejos de ese lugar-señaló misteriosa.
-Ellos no van a unirsenos, cada uno tiene una idea de como hacer las cosas, hay mucho rencor y hubieron peleas entre los grupos que alimentaron el odio. Buscamos lo mismo, pero usamos diferentes medios-explicó.

-que quieres saber acerca de eso?, se mas especifica-señaló al escucharla preguntar por la termita.

-Si no se nos unen, entonces eliminemoslos. Quizas yo pueda ayudar con John si vuelvo con el. Supongo que si lo mato el grupo se dividira, no son mas que matones- dijo Cecilia- pero de la termita queria saber la verdad, porque solo escuche la version de John. El me dijo que la queria usar para el CyberAstrum y asi saber que es lo que ocurrio realmente y fundar un nuevo mundo. Pero no me termina de cerrar, no termino de ver la relacion y me dijeron que ustedes mantenian a la termita por sentimentalismo nada mas, pero no creo que sea asi-

Los ojos de Miriam brillaron levemente.
-Las termitas de red son hacker capaces de entrar a las redes del cyberastrum, es una facción rebelde oculta, muy dificil de contactar, pero una vez que lo haces puedes tener acceso a información muy relevante...sé que esto no es ninguna novedad para ti.
Pues digamos que Evans fue capaz de capturar la termita de red mas especial de todas, una termita creada por la propia Unión, un niño genio, la llave a todos los secretos-comentó enderezándose sobre el respaldo.
-El cyberastrum no es solo una conexión inalambrica que permite a la gente conectarse a diferentes páginas web, blog, chatear, jugar en linea y ver videos online, este es solo un aspecto.
Hay un trasfondo mas oscuro. Se podría decir que la Unión creo casi una realidad paralela a esta, un lugar abstracto donde toda la información es acumulada y codificada, por un anfitrión...Sisí-explicó sin entrar el detalle.
-El problema es el siguiente, el CyberAstrum cayó desde el desastre, no solo eso, también esta infectado con la contaminación. Keita es demasiado frágil para conectarse, de hacerlo es casi seguro que morirá-agregó.
-No es suficientemente seguro conectarlo, y perderlo por una presunción seria estupidez-señaló sonriendo.
-por otro lado en votación decidimos que no dejaríamos morir un niño de forma tan cruel, así que creo que en parte John tiene razón con lo de ser sentimentalista-acotó con cierta ironia.
-niños en esta época son escasos, todos murieron al germinar la contaminación, ya no hay niños en el mundo, o acaso has visto alguno?-estas palabras fueron duras como tristes, Miriam volvió a beber su té.
-a quien estamos salvando, cual es nuestro fin entonces?, sin niños...no hay futuro-

-Bueno- dijo Cecilia- entiendo el punto ahora. A mi me parecia que lo que John planteaba no resultaba muy seguro, digo, que garantia hay que lo que encontramos alli serviria de algo. ¿Entonces en que puedo ayudar yo?-

La mujer guardo silencio incomodo ante el primer comentario de la joven, bebió un sorbo largo de té, no tenia azúcar pero era relajante beber algo cálido.
-Puedes ayudar haciendo guardia en el gueto, debemos mantener al margen los contaminados. Cada cierto tiempo debemos salir en busca de recursos para seguir subsistiendo, y ampliamos la zona de dominio en la ciudad.
Gabriel, nuestro técnico intenta sintonizar por radio con otras cédulas rebeldes para conocer su posición. Eso seria-comento entrelazando sus dedos.
-estarás algunos dias en observación, no es nada personal, pero mamá solia decirme...
"No confíes en quien habla mal de otros frente a ti, porque de seguro habla mal de ti también", parece no venir al caso pero lo cierto es que ya traicionaste tu palabra una vez, y dejaste morir a los rehenes-señaló seria, pero no incriminatoria.
-Pareces ser fiel a las palmas, pero debemos ser precavidos, somos muy pocos-exclamó con una sonrisa.

Cecilia sonrió y asintió.

-Me parece bien, yo haria lo mismo- dijo ella- entonces bueno, tu me diras que hago o a donde voy ahora, estoy a tus ordenes-

-Negro, encárgate de ella...dale algo que hacer-exclamó cansada colocándose de pie.
-nos veremos en la cena-dijo Miriam sacudiendo sus ropas, para irse por la misma puerta que la enmascarada había entrado con la bandeja.

El tipo que estaba en posición marcial apoyado en la pared asintió, era un sujeto enorme media a lo menos 1.90 o 2.0 metros. El pasamontañas solo dejaba ver su ojos castaños.
-soy Shauam, pero me llaman Negro, puedes llamarme como te de la gana.
¿tienes alguna especialidad?-preguntó serio.

-No- dijo Cecilia- pèro me arreglo con lo que haya que hacer-

El hombre se quedo en silencio pensativo.
-Reformulo mi pregunta, hay algo que se te de mejor, ya sabes, combatir, hacer ejercicio, dialogar, clasificar, la mecánica?-comentó inquisitivo.
-no creo que quieras limpiar los baños-bromeó, pero su voz y ojos permanecían tan rígidos y serios que sembraba la duda.