[Palacio del Rey] Audiencia [Ayleen, James, Ribas]

El grupo se había reunido en las cercanías de los baños del primer piso del museo metropolitano, tanto Ayleen como Eva notaron que no solo se encontraba James y el sacerdote como prisioneros, sino también Raul y el militar.
Aún asi no fue mucho lo que pudieron charlar, luego que hombres y mujeres estuvieron listos, la escolta de guardias y doncellas comenzaban a subir con ellos por las escaleras del edificio hacia la cumbre.
En el trayecto los prisioneros vieron objetos de bronce y oro, vasijas, telares, esculturas y objetos antiguos, el museo en si estaba dedicado a los Kentapara, incluso irrisorio fue pasar por la tienda de recuerdos.

Finalmente llegaron a lo que parecía ser el último piso, habían dos guardias semidesnudos sosteniendo espadas doradas, los cuales abrieron el paso al ver ingresar a los hombres.

Lo que vieron a continuación era asombroso, pero lógico a la vez, todo el salón estaba decorado como un palacio, se trataba de una representación a escala normal del salon principal del rey. Los objetos de allí sin duda eran imitaciones pero cumplían con la ilusión.
Y frente al trono una gran tela roja iba del techo al suelo, separando a los invitados de la figura del rey, una especie de panel que solo le permitía a los prisioneros contemplar su silueta tras el género. Adelante del genero una bella mujer vestia un traje rojo y largo, a diferencia de los demas "aparentes salvajes", vestia con un vestido de gala moderno.

Tenia el cabello negro y lacio que llegaba un poco mas abajo que su cintura, rasgos orientales, mas bien felinos, junto a unos profundos ojos negros.

El guardia dio un paso solemne al frente, agachándose.

-GRAN REY MANU HAKEO, he aqui a los invasores que encontramos en la boca del Oasis, ellos solicitan una audiencia con usted-señaló majestuoso, se puso de pie mirando al sacerdote y esperando que el resto mostrara sus respetos.

Ella permanecía en silencio observando seriamente a los prisioneros.

el sacerdote se mantuvo firme y decidido. iso una reverencia digna como para un gran mandatario.

- GRAN REY MANU HAKEO, mi nombre es Martin Rivas, soy sacerdote del dios que todo lo ve. hemos venido de tierras muy lejanas, escapando del desastre que sufrió el pueblo de chiapre a unos kilómetros de aquí. le quiero pedir las mas sinceras disculpas por haber causado problemas y dejar en claro que nuestra intención jamas fue ofenderle a usted ni a su gran pueblo, y menos tomar su oro u ofender a sus dioses. (el sacerdote decía estas palabras mirando a los ojos al rey)

- el dios todo poderoso que nos protege del cielo es testigo de mis palabras. y en su honor os hemos traído presentes, que nos fueron arrebatados cuando nos capturaron.

James imito la reverencia del guardia jalando a raul y al militar y dandole una elocuente mirada a Eva y a Ayleen. Sus ojos, sin embargo, permanecieron clavados en la mujer de vestido rojo.

El discurso del sacerdote había sido bueno, al menos en opinón de la joven, a ella sin duda, la habría convencido. De modo que se limitó a poner la mejor de sus sonrisas forzadas, y a inclinarse ante el trono del rey, cubierto por aquella enorme tela.

Hubo un lapso de silencio en la sala, antes que la mujer se acercara a la lona murmurando algo, finalmente quedo a unos pasos del sacerdote, observándolo de arriba a abajo.
-¿Sacerdote del Dios que todo lo ve?, entiendo...-dijo inexpresiva mirando con ojos negros y brillantes.
-pero no parece uno de nuestros sacerdotes, sus ropas eran oscuras, y al parecer su credo diferente.
Si es un sacerdote del Dios que todo lo ve, debiera conocer el mantra del extozar, ¿puede recitarnoslo?, o mejor...
¿porque no simplemente habla de su religión?...misionero-dijo lanzando a los pies del cura el rosario confiscado, para luego tomarse los codos para mirar de forma intensa a Ribas.
La silueta detrás de la tela permanecía inmóvil, al parecer expectante.

Raul miro de reojo a James, aquella mujer no parecía contaminada y eso complicaba las cosas.
-el rey es una marioneta...-susurro el técnico sin despegar la vista del suelo para disimular.
Eva en tanto miraba a su alrededor, estaban rodeados por la corte del rey, alrededor de doce personas, sin contar los guardias y las mujeres.

el sacerdote miro intrigado, aquel acto de sacrilegio. se arrodillo y too el rosario, se levanto lento, tomo unos momentos para pensar que respondedle a aquella mujer. ella estaba consciente de que todos la adoraban como un rey y estaba consciente.

- si tiene razón, soy de una religión en nombre de un hijo de dios, que vino a la tierra hace mas de dos mil años... en una tierra muy lejana... en ese tiempo, el mal gobernaba y el pecado era la esmeralda que sesgaba las almas de los hombres. por ello dios mando un rey diferente, el nació de madre virgen en un pesebre en luna ciudad en pleno desierto. los reyes magos de todo el mundo fueron a saludar a aquel hijo de dios, llevando presentes, dese muy niño el joven demostró su gran sabiduría enseñando a los sacerdotes de todas las religiones que existían en aquel lugar, dejando en claro el amor del dios que todo lo ve, ya grande su misión era demostrar el amor y el sacrificio que el dios hecho hombre podía hacer. exorcismo demonios, revivió muertos, curo enfermos, dio de comer a los pobres y predico el amor entre los hombres por cada ciudad del desierto, inspirando leyendas y sobre el y su madre y sus 12 seguidores. este rey jamas tomo el poder y nunca dejo que los hombres lo reconocieran ya que su reino estaba en el cielo. su ultimo gran prodigio fue dar su vida, sacrifico su vida por los pecados del mundo, dejándose crucificar y esparciendo su sangre por la tierra. ( una pausa mirando fijamente a los que estaban en la sala, mirándolos uno por uno,) sin embargo al derrotar al mal y derrotar a la muerte un ángel de dios anuncio a sus seguidores que fuesen a su tumba. este gran rey se había levantado de entre los muertos y dio a sus apóstoles el poder de convertir el vino en su sangre y el pan su carne y dárselo de comer a las futuras generaciones que debían propagar su mensaje de amor y sacrificio por sus hermanos........

- yo soy uno de sus seguidores, de esta religión antigua y casi olvidad... esto que me ha pasado su majestad, es un instrumento de exorcismo para ahuyentar al demonio, fue entregado por la madre del cordero, a unos niños para que lo resasen y asi espantar el mal de todo lugar , de toda persona, de toda alma. ...

-Entonces...extranjero-retomo la mujer acariciando su cabello.
-¿por que dijiste ser sacerdote del Dios observante?, vienes a predicar y a negar nuestra religión como lo han hecho otros misioneros antes?, vienes a traer la verdad?-señaló algo irónica pero siempre calmada.

el sacerdote se puso firme y siempre mirando a los ojos a aquella mujer, sin pensarlo dos veces dijo.

- no. de ninguna manera. no e venido a misionar, ni mucho menos a ofender vuestra religión, usted pregunto , yo he respondió, con la verdad sobre mi. un punto interesante sobre lo que usted ha dicho, es acerca de la verdad. yo no soy dueño de ella, ni tendría valentía para afirmar que un ser humano como yo, posee un poco de ella...

- gran rey Manu, (dirigiéndose ha tela colgada) no somos guerreros y hemos respondido con la verdad. y no somos ninguna amenaza para usted, por favor bendiganos con su vos y con sus justos designios, en vuestras manos esta nuestra vida.

La mujer se sonrío sus ojos eran profundos e incisivos al punto que era casi imposible mirarlos sin pestañear o correr la mirada.
-No respondió en todo mis palabras. Usted ha dicho que es un sacerdote del Dios observante intentando encontrar empatia con el rey, al menos quería aclararle al Rey Hakeo su intento de engaño, aunque creo que sus palabras finales le han salvado-dijo la doncella seriamente.
-Un sacerdote del sol observante es un hijo pródigo a los ojos de Dios, criados desde niños por el camino de la paz y espiritualidad, tienen muchas pruebas durante su vida para llegar hacer lo que son, son puros en cuerpo y mente, por ello su sangre es tan preciada, purifican a los hijos bastardos y a esta tierra.
Autodenominarse sacerdote del Dios observante es para nuestro pueblo un sacrilegio, tu sangre es tan impura como la de cualquier hombre, sólo esto quería acotar-finalizó de decir acercándose a la tela, se oían murmuraciones y contenidas risas desde el otro lado, finalmente la bella mujer tomo un extremo de la tela para develarla.
-El rey a decidido ver sus rostros, siéntanse alagados-exclamó inexpresiva mientras la cortina comenzó a moverse.

Sobre una escalinata el grupo pudo ver a un tipo de unos 50 a 60 años, cabello enmarañado y delgado, boca sin dientes y piel morena, curtida como quien paso largos años de su vida bajo el sol, contextura pequeña, estaba cubierto de joyas reales de oro puro, y una sonrisa traviesa se dibujaba sobre su rostro.
A su lado estaba Matias disfrazado de igual forma, ambos reían y cuchicheaban en lo alto del trono.

-Ha ha ha ha interesante, interesante, y bueno...que regalos me han traido?-preguntó el rey desde lo alto.
-Si, que regalos trajeron para nosotros-repitió Matias con misma autoridad.

el sacerdote se aguanto la sonrisa de alegría al ver que el niño estaba bien. iso una reverencia ante el rey, y dijo.

- gracias por honrar a estos humildes extranjeros con vuestra real presencia gran rey MANU. yo como sacerdote os he traído los siguientes regalos para su plena gracia y real recreación.

- una cuchilla, la cual es usada para sacramentar la sangre derramada del enemigo y representa el triunfo sobre ellos.

- en segundo lugar os traigo un presente, que es un crucifijo, lo cual es un amuleto hecho y fabricado para la protección y buenos augurios a quien lo ostente.

-es todo cuanto puede ofrecer este sacerdote, a su real grandeza.

-mis compañeros también os han traído regalos.

(indicando a james en primer lugar esperando a que no le fallaren en este momento)

Esto es absurdo, ¿cómo demonios se supone que van a entrenar a sus sacerdotes desde pequeños si sus mujeres son estériles y hace... a penas un poco más de un mes desde el impacto? ¿Será una religión de antes?- Pensaba la joven muchacha, acongojada con sus vistosos ropajes, pensando en qué era lo que tenía la mujer de rojo que tan nerviosa la ponía. Tal vez fuera, el hecho de que a diferencia del resto, ella parecía de lo más cuerda.

Al ver que James no contestaba al Rey, y que la impaciencia acababa con la joven, se decidió a hablar también.- Mi nombre es Aileen, gran rey. Yo os he traído un palo cuya punta se enciende, provocando una chispa con la que es fácil dejar fuera de combate a un enemigo.- Explicó del mejor modo que pudo, aunque sabiendo que no se explicaba tan bien como el sacerdote, y no supo adornar sus palabras tanto.

Mantuvo la cabeza gacha, entre asustada y compungida.

James levanto la vista repasando a la mujer del vestido rojo -Historias y conocimiento, ese es mi regalo -Dijo el escritor serio mirando al tal rey- Los vienes materiales si bien son valiosos, jamas se compararan con las palabras, las palabras sobreviven eras de cambios, el conocimiento perdura más que las rocas, el mundo puede cambiar pero el conocimiento solo evolucionar y sobrevivir, no es cierto esto?? -Dijo lanzando una fugaz mirada a la mujer- ese es mi ofrecimiento, mi regalo.

Termino sus palabras con una profunda reverencia y cuando sus ojos volvieron a levantarse solo enfocaban a la mujer del vestido rojo.

FDJ: Para la muñeka

Spoiler:

El rey y Matias escucharon al grupo con mueca de aburrimiento, mientras los guerreros traían los objetos para dejarlos a disposición del soberano. El Rey observo todo sin prestarle mayor atención, finalmente tomo la palabra.

-Para ser una comitiva pacifica ofrecen bastante armas, este cuchillo por ejemplo, ya tengo una docena, me lo dieron los guerreros de metal, al igual que el palo que controla el trueno-dijo el rey al sacerdote, para luego mirar al niño.
-¿Que piensas Orum?-señaló mirando a los invitados. Matias ladeo la cabeza sonriendo.
-Pienso que son regalos muy aburridos padre, pienso que seria mas divertido ponerlos a pelear entre ellos o que bailen-comentó el pequeño mientras se urgaba la nariz sin ningun decoro.
El Rey Hakeo asintió acariciando el cabello del niño, entre sus manos estaba el crucifijo el cual observaba con bastante curiosidad.

El escritor tomo la palabra, ofreciendo su conocimiento, al Rey Hakeo esto último le llamo la atención.
-Ahh historias, eso si es interesante, me encantan-exclamó con una sonrisa demencial.
La doncella de rojo se apresuro en hablar.
-el conocimiento no evoluciona, simplemente se guarda, si las palabras son dichas y no oídas por nadie desaparecen...
Hay conocimientos perdidos que no puedes imaginar, y finalmente la historia la hace quienes vencen.
¿Que historia puedes compartir con nosotras que valga la pena?, he de señalar que nuestro rey es un gran erudito-señaló inquisitiva.
-Si no guardas bien tus palabras podrias salir muerto de aqui, prevengo que lo que has de decir no puede relacionarse con nuestro reino-dijo en tono amenazante.

EL rey sonrío.
-Ah que seria mi bella dama, deja que el hombre nos divierta con un cuento-señaló juntando sus manos.

Spoiler:

James se puso de pie lentamente mirando a todos los presentes, generando cierta expectación, ya antes habia tenido que leer sus relatos, tal vez con este lograra impresionar lo suficiente al llamado rey, que este dejaría a sus amigos ir, las ideas se agolpaban en su mento, asi que se aclalro la garganta entumecida por frio y comenzo a hablar, primero con palabras algo dubitativas, pero a medida que salían con más seguridad y fuerza.

-Esta es una historia venida de más allá de los mares, de tierras lejanas, de gentes perdidas, de secretos, mentiras, traiciones y sufrimiento, de alegrias, emociones, amor y odio. Todo comenzó con un poderoso hombre, de poderoso cuerpo, y mente aun más poderosa, la fuerza de su voz, el poder de sus palabras atraía a la gente, millones se formaban a su alrededor, seguían sus consejos y caminaban sus pasos. Durante varios años el hombre dedico sus esfuerzos a mejorar las tierras que habitaba, a ayudar con sus consejos a aquellos desafortunados que vivian el opresor gobierno de un desalmado emperador, pero esto no duro mucho más, finalmente eran tantos sus seguidores, su poder habia crecido increiblemente, que se sintió con fuerzas de deponer al emperador y proclamarse a el mismo y a su sabiduria los nuevos gobernantes del imperio, no fue una empresa fácil, pero esta historia no relata esos hechos, donde miles murieron y finalmente este poderoso hombre tomo el control del imperio, esta historia relata lo que sucedió durante su gobierno.

Tras varios años de un gobierno de justicia y sabiduria, la ambición del poder, el control sobre otras vidas mello la voluntad de este hombre, desde entonces se lo conoció como Jackobo I, emperador del mundo, hijo del sol y la luna, gobernante del cielo y la tierra, dador de vida. Pero como daba vida la quitaba, y que mejor forma de mantener a su pueblo controlado que bajo el yugo del eterno miedo, asi que comenzo a sacrificar a su propio pueblo, a sus enemigos, todos debían su vida al cielo y su sangre debía de volver a sus abuelos, el sol y la luna, pues todos eran hijos de Jakobo, fue un gobierno desesperado y terrorifico, donde nadie estaba a salvo. Fue esta la primera desgracia de este enorme imperio, la ambición que corrompio a su emperador, pero la segunda aun más grande, más destructiva vendría un par de años más tarde...

En este punto un ataque de tos interrumpio la historia e incluso dejo de rodillas al escritor -Disculpad majestad -dijo James con voz ronca- pero el frio y las penurias entumecieron mi garganta, y la visión de las dudas y miedos de mis amigos y compañeros congelaron mi lengua, siento que no podre continuar ahora -Un nuevo ataque de tos sacudió al escritor cuando penosamente trataba de ponerse nuevamente de pie, finalmente nego con la cabeza y trato de recuperar el aliento perdido con la tos.

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'Dado 10' : 5, 5, 6, 6, 9, 1, 3

EL rey parecía interesado en la historia, la seguía con atención, aunque frunció el ceño al parar de improviso el escritor.
-Sus ropas estan limpias y adecuadas, le aconsejo que prosiga-exclamó la mujer levantando una ceja.
Matias intervino con una sonrisa traviesa.
-Que los demás actúen mientras ese hombrecito habla!!!-ordeno apuntando a james con el dedo.
-HAHAHAHA Eso, que buena idea hijo mio!!-acotó el rey a tiempo que los guardias pinchaban suavemente a los invitados para que se pusieran de pie (Ayleen, Eva, Raul, militar), al sacerdote lo dejaron al margen por ser el "lider".
Pero quedaron esperando que james continuara la historia y que el resto hicieran mímicas.

fdj: James vuelve a lanzar, por la cálidad de la interpretación, te bajo la dif en 1, osea queda en 7.

James en el suelo se mordio fuertemente la lengua y los labios, se golpeo con la lengua las encias (que teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado desde que se lavo los dientes x ultima vez, deben estar sangrantes) y con el rostro de dolor se incorporo lenta y fatigosamente mirando a el rey, abrio la boca pero lo unico que salió de ella fue sangre y tos, volvió a caer el piso tosiendo y negando con la cabeza -enfermo... no puedo- dijo esforzandose dsd el suelo.

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'Dado 10' : 6, 3, 3, 6, 4

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'Dado 10' : 4, 6, 8, 3, 8, 1

Aunque James se meneaba como un pez por el piso no fue mucha la sangre que salio, y aunque sembraba la duda no termino de convencer a la doncella de rojo, aunque si al rey.
-enfermo, que lastima, asi no puedes entregar una buena ofrenda, ahora me quede con duda de como termina la historia-dijo algo apenado.
-que aburrido!!, porque no se lo damos a las serpientes...será divertido verlo correr en circulos-exclamó Matias.
La mujer asintio levantando su mano y chasquiando los dedos.
-Guardias, Llevenselo de regreso a las jaulas, si esta moribundo bien puede servirnos para entretener a las serpientes-exclamó la mujer seria.
-Esperen!!-señaló el Rey con autoridad.

El rey se encogió de hombros mirando a Ribas (líder).
-¿que opinas sacerdote de tierra lejanas?, ¿puede tu grupo entretenerme pese al enfermo?-exclamó Hakeo cruzándose de brazos.

¿Entretenerle? ¿Cómo iban a hacer aquello? Era nunca había sido muy buen contanto chistes, y desde luego tampoco sabía bailar o danzar o... lo que fuese. en su gris rostro se dibujó una señal sombría: iba a terminar como pasto de serpientes.... Genial.

el sacerdote quedo pasmado por la desventurada y mala actuación de james, jamas lo pensó de el. partió como caballo de carreras y termino como burro de carga. no sabia que decirle al rey MANU. no tenia un esquema claro en su cabeza todo había fallado y ahora moriría comido por serpientes. y ese Matias, niño mal criado.

- Gran rey Manu, si le permite a este sacerdote, puede contarle historias también, puesto que para ser sacerdote de mi religión, se debe uno internar a estudiar largos años de vida, historias de antiguos leyendas. pero mas que profetizar podría contarle historias prohibidas, llenas de secretos que mi religión guarda. y por su puesto os actuaríamos aquella historia, aun con un enfermo arrastras. sin embargo necesitaría algunos de sus hombres y a la bella dama que os acompaña para la interpretación pues nos faltan personajes. ha y por su puesto, usted también podría actuar.

-Eso suena interesante...-dijo el Rey benevolente, pensó unos momentos antes antes de proseguir.
-Les daré toda la tarde para que se recuperen y puedan comer, deben hacer una obra divertida, una comedia que me divierta y también a mi pequeño hijo. Al anochecer será la función, dependiendo de como esta sea decidiré si es un regalo digno, o no. Pueden usar a mis soldados si necesitan gente.
Ah y nada cosas religiosas sacerdote, quiero reír un poco, pasarla bien-advirtió Hakeo con una sonrisa, luego miro a la mujer.
-Preocúpate que queden en una pieza cómoda, que tengan comida y donde recostarse-señaló colocándose de pie, todos hicieron una reverencia, y tomando al niño de la mano se fue del salón.

La mujer de rojo hizo una reverencia solemne miro al grupo sin sentimiento.
-Guardias, llévenlos a una habitación segura en donde no puedan escapar, vigilenlos de cerca-ordeno antes de irse, saliendo por la misma puerta que la del rey.

Los guardias y las mujeres empujaron a los prisioneros de regreso por las escaleras, por los pasillos para finalmente tirarlos en una habitación amplia e iluminada, donde habían algunos divanes aterciopelados, y adornos. El lugar tenia una ventana pero una reja metálica empedia que salieran de allí, cerraron la puerta, dos guaridas quedaron custodiándola, mientras que ambas mujeres pintadas quedaron adentro con los prisioneros.