[ciudad Manu] Laboratorio [Lalo, Lucas, Ricardo]

No había mucho por hacer, y ya se estaba haciendo peligroso quedarse en la lavandería, él chico casi había sido atrapado por un extraño ser, mientras que Scott se había ido por su cuenta abandonado al segmentado grupo.
Lorena había despertado, pero algo había cambiado en ella, permanecía seria y callada sujetada de la mano de Anna, no se veía triste, mas bien autista, no actuaba cariñosa con Lucas, no sonreia.

El niño los llevo por los edificios bordeando la ciudad, por lo que demoraron casi hora y media, si bien era mas rápido cruzar por el medio de la ciudad el chico no lo permitió.

Finalmente el grupo llego al otro lado de la ciudad, caminando hacia las afueras, al igual que en Chiapre, el laboratorio se escondía en el frío desierto cerca de un cerro, y se encontraba enterrado.

Dado suerte

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'Dado 10' : 6

LLegaron cansados y sedientos, pero en el trayecto no hubo heridos ni problemas. Luego de saltar la cerca de seguridad y psar por la caseta vacia del guardia se aventuraron hacia la entrada principal, la enorme puerta de acero del laboratorio se encontraba sellada.

El chico se acerco a un lado del cerro, corriendo una roca y unas ramas secas para dejar ver un túnel de ventilación.
-Por aqui-dijo agachándose de rodillas para introducirse en el tubo.

Ricardo caminó el recorrido cerca de Anna, permaneciendo junto a ella hasta que llegaron a la entrada encontrada por el nuevo chico.

- Aquí vamos - le dijo sonriendo mientras se introducía en el tubo atrás de su improvisado guía.

En peores lugares me he metido digo, para luego seguir al chico por aquel tubo que se nos presentaba

Los hombres avanzaron de rodillas, el metal se quejaba a cada paso debido al peso haciendo ecos por toda la infraestructura finalmente luego de algunas vueltas y comenzar a descender una luz parpadeante se vio al frente.

El primero en bajar fue el niño, luego Ricardo, Ana y Lorena, Lucas fue el último se habia quedado atras cuidando la retaguardia.

Bajaron a un pasillo, cerámico blanco en el piso, y paredes de igual color, arriba parpadeante se encontraba luces florecientes que pestañeaban cada cierto tiempo.

El chico sonrió aliviado sosteniendo sus rodillas.
-Aqui estaremos bien, las serpientes no se acercan porque esta Taddis, el cuida el laboratorio-explicó alegre, enderezandose.
-Vengan por aquí, la doctora esta en una de estas salas-dijo para comenzar a correr por los pasillos hasta llegar a una sala de puertas vidriadas y ventanillas a mitad de muro, adentro habían asientos y una especie de escritorio, maquinarias tecnológicas, papeles, un computador portátil y varios paneles.
-Doctora Braun, Doctora-llamó el niño mientras Ana recostaba a Lorena sobre los sillones, contemplando la bonita oficina minimalista.

Vaya, esto definitivamente esta mejor que la lavanderia digo observando la oficina buscando a la famosa doctora

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-Este lugar esta lindo, pero da algo de miedo...ademas esta bastante frio-bromeó Ana mirando su alrededor.
Finalmente desde uno de los paneles apareció una mujer, tenia unos 50 años, de cabello blanco plateado, el cual caía onduladamente. Su piel era amarillenta, ojeras oscuras y ojos hundidos, se veia muy enferma.
Llevaba bata blanca y lentes de marcos negros.
-Doctora!!-grito el niño con una sonrisa, la mujer asintió ante la alegría del chiquillo.
-A...Amelia, me alegra que regresaras-murmuro débil mirando al grupo.

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La famosa doctora digo al ver a aquella mujer, que parecia ya más muerta que viva

Genial, una doctora enferma...las ironias de la vida

-Ustedes deben ser de los autos que vi...han podido salir con vida-señaló seria.
-Soy la doctora Braun, mucho gusto-se presento tomando asiento debilitada.

La muchacha dio un suspiro sentándose también.
-las serpientes casi me matan de nuevo-dijo en un suspiro ahogado.
-pero ellos me salvaron-señaló sonriendo.

-esta...taba preocupada, incluso Tad...Taddis f fue a buscarte...-señaló arreglando sus lentes.
-esta ciudad esta podrida..la conta contaminación se ha ex expandido demasiadoo-murmuró apesumbrada.

Bueno, yo soy Lalo y tengo bastantes preguntas sobre este lugar

Pero primero, si es doctora necesitamos que ayude a la niña le digo señalandole a Lorena

-So..sobre este lu...lugar?-repitió abriendo un poco los ojos, se mantuvo en silencio, antes de ver a Lalo y la pequeña recostada a lo lejos, se cubrió la boca para toser profusamente.
-lamen...lamentablemente, couf couf no soy esa clase de doctora...soy científica laboratista, he pasado toda mi vida tras el vi..vidrio del telescopio, poco sé de medicina, aun...aunque si de drogas, quizás eso ayude-respondió apenada aún cubriéndose la boca.
-La pequeña recibió una bala, aún esta muy delicada...duerme mucho-agregó seria Anna.
-eso es normal, el cuerpo se protege, seguramente descansa porque quiere recuperarse-contesto la mujer decaída.
-Tengo algo de morfina...eso ayu...ayuda con el dolor, Amelia...tu sabes donde-murmuro luego.

La chica permanecía al lado de la doctora, se veía preocupada al verla tan enferma, aún así asintió a la orden y comenzó a buscar por el escritorio.
-Doctora...no había un anfitrión que puede curar a la gente, no recuerdo su nombre-dijo la muchacha como pensamiento en voz alta.
-no tenían a uno acá?-agregó curiosa.
-no, Mirverem se fue hace mucho-contesto la científica nerviosa.

Me siento en el suelo con las piernas cruzadas Entonces quizas tenga algunas respuestas...¿que es eso del rey Manu? ¿que tipo de infección hay acá? no se parecen a los infectados de Chiapre, ¿que son las sserpientes? era bastante grosero de mi parte preguntar tantas cosas a una mujer tan enferma, pero por primera vez me interesaba comprender las cosas, porque algo extraño me estaba sucediendo a mi, quizas estaba infectado

Ricardo observaba al margen sin decir mucho, se limitaba a escuchar los comentarios de Anna y asentir. Se sentó en uno de los sillones cómodamente como si estuviera en su casa, y era precisamente eso lo que sentía, sentía una extraña familiaridad en la habitación que lo rodeaba. - Mi casa es ... debe ser ... parecida a esto - Pensó mientras miraba alrededor.

Escuchó las preguntas de Lalo y por un momento tuvo el extraño impulso de responder, se le pasó por la mente la idea de saber la respuesta, de poder responder las interrogantes. Sin soltar palabra alguna volvió a recostarse hacia atrás en el sillón esperando que la doctora moribunda contestara, más atento que nunca.

La mujer se sorprendió con las preguntas de Lalo, quedo pensando unos momentos como buscando por donde comenzar.
-Aunque le parezca extraño escuchar esto de una una mujer de ciencia...a paso de los días mas convencida estoy, que la verdad científica no es del todo cierta o al menos esta limitada, que las cosas científicas sirven para medir hechos científicos, pero hay cosa que escapan, incluso de la mente mas racional-dijo casi en un suspiro para toser, alzo la mano buscando un vaso que contenía agua, bebió un poco generando algo de expectación en los que esperaban.
-el pasado aunque se olvide permanece latente, aunque quede cubierto bajo tierra, deja una huella profunda en el espacio tiempo, cargan ciertos lugares, se sobreponen al presente e intervienen en nuestra realidad.
Antes no solía creer en estas cosas, me reía y burlaba, pero he visto lo inexplicable, personas que hace mucho están muertas caminando por las calles.
Pienso que Manu a diferencia de otras ciudades tiene una fuerte carga histórica, eso hace que sea tan potente su presencia, que de alguna forma altera el inconsciente colectivo de aquellos contaminados, COUF COUF-dijo para toser profusamente.
Amelia se acerco preocupada.
-Ah aqui esta la morfina para la niña-dijo seria, la voz de la muchacha parecía aún la de un chico, la vida de sobrevivencia la había vuelto algo masculina.
-Las serpientes son como demonios algo asi, pero no como demonios de la iglesia universal, sino demonios como los concebían los Kentapará, la verdad no se mucho de historia como para ayudar-explicó a lalo.

- mmm - comentó Ricardo desde el sillón - comprendo -

Aunque en verdad su primera reacción era pensar que estaba loca, no podía negar que él mismo había estado frente a lo imposible. De todas formas el monólogo no llevaría a ningún lado práctico y útil por el momento, así que decidió preguntar sobre la niña.

- La morfina solo le aviará el dolor pero no la mejorará, debemos llevarla donde alguien que pueda curar y limpiar sus heridas, además necesitará apoyo vital. ¿No hay un hospital en esta ciudad? -

La mujer asintió.
-Hay un hospital, pero es peligroso ir allí, queda demasiado cerca del Museo, donde los dementes creen que es el palacio o templo real-dijo debilitada.
-pero si necesitan un apoyo vital, acá hay algunas capsulas, si bien no son regenerativas pueden ayudar a estabilizarla-exclamó a Ricardo.

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uhmmm me rasco la barbilla mientras pienso, la doctora no me ha dicho nada demasiado util, y no entiendo nada de capsulos ni mucho de medicina

Entonces podria decirse que la enfermedad se manifiesta de distinta manera en este lugar...debido a esa especie de carga que hay en el lugar digo mas que nada pensando en voz alta Pero es la enfermedad en si la que muta, independiente de las personas...porque yo no conocia este lugar termino por decir

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La científica pareció consternada, se tomo el rostro.
-Ah si?, bueno...entonces debe haber otra cosa...lo siento pero no lo se, desde el impacto he estado refugiada aquí-dijo tocándose la frente.
-contaminación...aquella anomalía actúa de forma errática e incomprensible, la prueba de ello es como algunos mueren de inmediato al infectarse y otros la toleran, como portadores. En ese aspecto estoy tan confundida como ustedes-exclamó apesumbrada.
-tu no conocías este lugar, eso quiere decir que tu...ves algo raro?-preguntó seria.

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Me quedo mirando hacia el suelo, ya no quedaba otra opción, simplemente debía contar lo que me sucedía

Bueno...mejor les cuento, la verdad es que ahora no veo nada extraño, pero antes, cuando estabamos en la ciudad las cosas se pusieron un poco estrañas doy un largo suspiro

Solo espero que no me tomen como un lunático con esto

Cuando fuimos a los vehiculos a buscar al resto del grupo no había nadie, pero detras del jeep había un bulto tapado con una frazada, inmediatamente pensé que era Lorena asi que lo destape digo girando la cabeza para mirar a la niña

Pero lo que vi primero fue extraño, una mujer extraña aparecio, parecia muerta, me dijo algo, un extraño olor a lavanda y un pito es lo que más recuerdo...despues de eso simplemente desapareció y ahí estaba Lorena

Desde ese momento vi las cosas un poco diferentes, veia todo como un gran oasis, con mucha vegetación, no quize decir nada antes por temor a que me tomaran por loco...de hecho cuando a Amelia algo se la intento llevar yo lo vi, primero vi una sombra que lo tomó y la arrastro, luego cuando la sacamos de la alcantarilla vi algo abajo, algo grande y con escamas...una serpiente

Se que suena descabellado, yo mismo pensé que me volvia loco y alusinaba...pero esa serpiente, era real, casi se lleva a la niña termino por decir aun sin creer por completo mi propio relato

-no es raro, yo también puedo ver las serpientes, casi me mataron...no puedes estar loco-exclamó la niña agarrándose la cintura y dando un suspiro.
-No solo eso, en un momento también me pareció ver el palacio incrustado en oro, luego cuando Taddis me hizo esa cosa rara en la cabeza, ya no lo vi-comentó como pensamiento en voz alta.
-Las alucinaciones son frecuentes en los contaminados, nosotros somos portadores al igual que todos los sobrevivientes al impacto...somos propensos a ver cosas, que realmente no están-contesto decaída la mujer.
-ni hablar de aquel pitido, cuando lo escucho la piel se me pone de gallina-agregó seria la jovencita.

-No lo sé...-intervino Anna tomando asiento.
-Creo que es mas que eso, en mi caso es como si aquellas visiones quisieran decirnos algo. Como le pasa a Raul con las radios, con el cántico, los códigos, el Sabio, no recuerdo bien-dijo la mujer mirando a Lalo, Ricardo y Lucas.
-El padre Ribas menciono a unos demonios y un portal-exclamó sin saber como relacionar las cosas.

El pitido...tambien lo recuerdo, escuche lo mismo cuando en Chiapre murió ese policia, Sean, y luego senti un fuerte temblor y me sangraron las orejas

Y el oro de la ciudad, tambien lo pude ver, era algo que brillaba entre la selva y las edificaciones de piedra Por primera vez comienzo a pensar en todos estos sucesos como algo más que simplemente visiones de la locura

Quizas tienes razón Ana, quizas estas cosas son algo más que simples alucinaciones Me rascaba la cabeza sin poder entender completamente todo esto hasta que de pronto algo me sonó extraño

¿Taddis?...¿cuantas personas hay aqui aparte de ustedes dos?

-Solo nosotras, el resto murió-contesto la niña enseguida.
-Taddis es un anfitrión de seguridad...que por cierto...¿donde esta?-exclamo mirando a su alrededor, como quien buscase una persona.

La doctora tomo algo mas de agua.
-él estaba preocupado y salio a la ciudad a buscarte, no te preocupes estará bien-dijo la mujer dejando el vaso en el escritorio.

-Eh?, pudo salir de aqui?, pero como?...no puede proyectarse-murmuro la niña con duda.
-Pues cuando te salvo también salio por su cuenta recuerdas-dijo la científica de forma escueta, para luego guardar un silencio incomodo.

¿Y tu que tienes? ¿estas enferma o algo asi? le pregunto a la doctora, la falta de delicadeza del vagabundo era casi grosera, pero él no sabia comportarse de otra manera

¿Y que es eso de Taddis? estoy seguro de haberlo escuchado antes en el laboratorio de Chiapre