[Exterior] aparente interludio [Ricardo, Lalo, Ayleen y Lucas]

El aire frio del exterior podía sentirse en la piel, junto al vapor cálido que escapaba por la boca de los hombres.
Fuera de la iglesia, nada parecía haber cambiado salvo por un par de huellas hundidas en la nieve, que parecía alejarse entre las cuadras.

- Bueno. henos aquí, afuera otra vez - Dijo Ricardo mientras las palabras se acompañaban con vapor que salía de su boca como buscando desaparecer en el cielo.

Lalo parecía una buena persona, se veía confiado y transmitía confianza a quienes tenía cerca, el futuro que se avecinaba sobre ellos no parecía prometedor y de cierta forma, aunque Ricardo nunca fue un ser muy sociable, se sentía alegre de no haber quedado solo en el mundo como en un principio creyó cuando todos sus compañeros trabajo yacían muertos. Su mente estaba en caos, sus recuerdos eran borrosos y distantes y aun se sentía algo desorientado así que no había tenido tiempo de pensar, o quizás, de sentir la pérdida de la vida así como la conocía hasta el momento, ¿habrá perdido a algún familiar?, ¿habría alguien buscándolo?, las preguntas se le venían a la cabeza y le dolían como agujas así que tomó una gran inhalación del helado aire exterior como para congelar sus pensamientos y preguntó:

- ¿Hacia donde nos dirigimos primero? -

Lalo se excusa y se va al baño.

FDJ: dime que deseas hacer, el jugador de lalo no aparece y no quiero retardarte mas. Si quieres tu personaje investiga solo o puedes volver con Anna y Ayleen, tu me dices.

- Ok, Lalo, déjame el balde y yo recogeré algo de nieve, cuando estés listo podemos ir a buscar al tal Luis.... Lorenzo ... Lumberto ..., bueno, al tipo ese -

Ricardo tomó el balde y se encaminó hacia algún lugar donde la nieve se viera blanca y sin mancillar, cuando avanzaba notó las huellas en el piso, claras pero en decadencia, profundas y de paso tranquilo seguían un claro camino hacia adelante. - Tal vez pueda echar un corto vistazo por ... L .. el tipo ese y a la vez buscar un lugar donde la nieve no esté tan sucia como acá - Pensó Ricardo algo optimista mientras se avanzaba caminando al lado de las antiguas huellas como caminando con un amigo imaginario quien se le adelantaba cada vez que intentaba alcanzarlo.

- ¿A donde vamos Tío? - Dijo una voz de niño

Un escalofrío le recorrió la espalda como una lagartija que sube por un muro buscando el sol. - ¿quien ...? - Exclamó Ricardo algo exaltado mientras volteaba a buscar a quién había pronunciado las palabras. Nadie lo seguía ni lo acompañaba, estaba sólo junto a las huellas, con el balde ahora en el piso cubriendo una de las pisadas.

- mmm, vamos viejo, nunca has sido has sido supersticioso ni menos lunático, no partamos ahora - se dijo mientras se abría la chaqueta para sacar su cajetilla de cigarros, quizás ahora su única posesión preciada aparte de su cerebro. La sostuvo un instante mientras sostenía con los dedos un cigarro apunto de salir.

- No - Dijo con firmeza, casi auto convenciéndose - No hasta que sepa que hay más cigarros por aquí-

Se guardó los cigarros y recogió el balde del piso para seguir nuevamente el camino.

- Más le vale a este tal Lumberto que no esté muerto - dijo en voz alta mientras seguía las huellas una vez más.

El lugar se te hace familiar, aunque no estas seguro ni tienes certeza, dado que el pasado parece nubloso desde el desastre, fue un duro golpe en la cabeza, con suerte habías salido con vida.
De pronto la imagen de aquella calle (los Arenganos) parece manifestarse como fantasma ante ti, por instantes la ves como solía ser antes, adornada de arboles otoñales, de música, de días temperados, ni cálidos, ni fríos. Chiapre era una ciudad pequeña, una ciudad que pese a la tecnología, seguía teniendo la magia de pueblo, un lugar para tener una buena vida, tranquila.
Un nombre se te viene a la cabeza...Blanca...mujer de ojos grises.

Las solitarias huellas continúan mas adelante, sientes voces de niños a tu alrededor, en un momento no sabes si es tu imaginación nuevamente la que te juega una mala pasado o es otra cosa.
Notas de inmediato la diferencia, no se trataba del niño que había oído recién, en aquel nubloso estado de realidad, sino de otros.
Eran los gritos disfonicos de una niña.

La mente de Ricardo le jugaba una mala pasada otra vez, su cabeza daba vueltas mientra sentía las voces distantes. Sus sentidos confundidos sentían olores del pasado, veían imágenes falsas y sentían en la piel el calor de antaño aun bajo la ahora presente oscuridad del invierno.

- Tranquilo... respira ... ya pasará - se dijo a si mismo mientras se detenía inmóvil tratando de controlar su ser. La ilusión desaparecía con cada inhalación, el frío volvía a ponerle la piel de gallina y las voces se desvanecían excepto una, una voz aguda quizás de una pequeña niña seguía en el aire.

- ¿Que diablos? ¿serán estos de verdad esta vez? - Dijo en voz baja pensativo mientras despertaba lentamente de su auto-impuesto trance - Será mejor que siga mi camino, algo más está sucediendo aquí y no quiero quedarme afuera por más tiempo, iré a ver si encuentro al sujeto, recojo la nieve y ... bueno, quizás el tenga algo que ver con la voz que, espero, sí estoy escuchando.

Ricardo apresuró el paso siguiendo las huellas, esta vez determinado a cumplir su cometido. Apoyó el leño que había recogido hace ya varios minutos en el improvisado refugio en su hombro derecho como amenazando a seres invisibles que lo observaban risueños. El balde vacío rechinaba en las bisagras mientras Ricardo seguía caminando.

Frente a Ricardo una imagen bastante extraña, un niño de 10 años arrastraba a la fuerza a una niña como de 5, quien a todas luces no quería ir con él.
En su mano derecha llevaba empuñada una llave (Stilson), el niño estaba cubierto de sangre y su rostro parecía perdido, oscuro.
Avanzaba por la calle paralela camino al cementerio de la ciudad.

Ricardo observaba la escena con asombro y escepticismo. Dudó por unos momentos si reaccionar, decirles algo o simplemente seguir su camino e ignorar esta posible alucinación.

- ehh ... ¿hola? - Dijo en voz baja - ¡Hola! - Dijo de nuevo, más fuerte esta vez. - ¿Necesitan ayuda? -

-No...estamos bien-murmuro.
El niño se detuvo para voltear lentamente hacia Ricardo, se veía demacrado y pálido, bajo sus ojos un tono grisáceo, su nariz parecía haber sangrado. Entonces la pequeña niña aprovecho de morderle la mano para soltarse.
-Ahhhrgh...Lorena!!-exclamó el chico tomándose la mano herida y soltándola. La pequeña corrió hacia Ricardo a abrazarle las piernas.
-Lore...vamos, vamos tenemos que irnos antes de que nos encuentre...vamos, tenemos que alejarnos de la anciana, de la anciana sin ojos, ella quiere nuestros dientes...tenemos que llegar al cementerio-dijo agitado pero enfadado a la vez.

Se quedó frío cuando la niña lo abrazó, su abrazo definitivamente parecía real. Ricardo no reaccionó a abrazar a la niña, no sabía que era peor, que todo fuera una alucinación o que de verdad se haya encontrado con dos niños en problemas.

- Pues no parecen estar bien - Le dijo al niño que traía a arrastras a la niña. Al fin se agachó para ponerse a la altura de la niña. - ¿y que tal tu pequeña, necesitas ayuda?, ¿de donde vienen? - le dijo a la niña amablemente pero algo incómodo. A pesar de ya no ser joven, no recordaba tener hijos, y si los tuvo, no tenía la sensación de haber sido un buen padre, ya que los niños lo ponían algo incómodo.

La niña miró al hombre sin decir palabras, pero su rostro mostraba su angustia.
-ella no va decir nada, es muda-dijo el chico de forma tanto fría mientras se tomaba la cabeza, estaba mareado. Sus ojos eran oscuros.
-escapamos, escapamos...tenemos que ir al cementerio-dijo, fijando su mirada en el hombre, de pronto su rostro pareció desencajarse.
-AAAhh detras de ti!!!-exclamó sobresaltado cayendo al suelo.

tirada conciencia Ricardo:

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'Dado 10' : 5, 6, 2

Ricardo pudo sentir como alguien le respiraba en la nuca, pero no era nadie. Aún así el chico parecía estar viendo al mismo demonio ante sus ojos.
-mis dientes...quiere mis dientes-dijo sobresaltado aferrando la llave mecánica, se puso de pie, alerta.

Ricardo aun con escalofríos miró sobre su hombro para cerciorarse de que no había nadie detrás suyo. A su espalda había sólo viejas construcciones y una calle pavimentada con nieve y adornada por un par de hileras de huellas.

- Tranquilo muchacho - le dijo al pequeño - aquí no hay nadie más que nosotros, tus dientes están seguros. Yo vengo desde un refugio que se encuentra cerca del cementerio, o al menos camino a éste. ¿Por qué no me acompañan? - Dijo mirando a ambos. Quizás Anna y Ayleen sabrían mejor que hacer con ellos. Ricardo no había querido preguntarles acerca de la sangre o la "vieja de los dientes", quizás sería mejor distraerlos del asunto para que se tranquilizaran. - ah.. se me olvidaba, no habrán visto por allí a otro adulto, debe haber seguido por este camino hace un tiempo. Su nombre es Lu... Lu... Lumb ... mm,. no... ah! Lucas! .. eso, su nombre es Lucas -

-en el cementerio, tenemos que esperar-dijo abriendo los ojos para dejarlos fijos.
Al mencionar el nombre "Lucas", la niña que se aferraba a las piernas de Ricardo se soltó para dar un aplauso, seguida de gran sonrisa.
El niño movió la cabeza confundido, su rostro parecía serio.
-habían muchos muertos en el camino, no me detuve a mirar...pero parece que Lorena lo conoce-dijo de forma seria mientras se refregaba uno de los ojos, finalmente se golpeo la frente para volver a mirar con miedo atrás de Ricardo.
-ella esta ahi....lo sé, pero ya no puedo verla-murmuro mirando a su alrededor y apegando la herramienta a su cuerpo.
-esta respirando despacio...en la oscuridad-agregó pasando la manga por la nariz.

-esta bien, iremos contigo...la anciana te tiene miedo-termino de decir bajando su mirada perdida.

- Ya veo - asintió Ricardo a pesar de que no creía una palabra de lo que decía el niño. - Bueno, hay un par de cosas que debo hacer antes que volvamos al refugio - dijo mientras se agachaba nuevamente para hablarle a la pequeña.

- ¿Lorena, cierto? ¿sabes donde se encuentra Lucas ahora? -

La niña negó con la cabeza llevándose el dedo a la boca pensativa, luego apunto en dirección al cementerio.
El chico siguió con la mirada el gesto de Lorena.
-en el cementerio íbamos a juntarnos con la señora Anna, y los demás...pero no esperamos, cuando desperté estaba en una ferretería, el doctor y el tipo pesado no estaban. Ahi fue cuando ella entró por la puerta y salimos corriendo-agregó rascándose la cabeza.
-Ahora que recuerdo...Lucas parece que era el papá de Lorena-acotó dudoso.
-¿que es lo que tienes que hacer?-preguntó serio.

- Anna!, ella está en el refugio esperándome. Salí a buscar nieve para derretir y hacer café y ver si encontraba a Lucas, pero supongo que ahora será mejor volver, ustedes deben necesitar descansar.-

Ricardo buscó un sitio donde la nieve se viera lo suficientemente blanca y llenó el balde con ella.

- Vamos - le dijo a los pequeños y se puso en marcha, de vuelta por el camino siguiendo las huellas del extraviado Lucas y las propias que había dejado acompañándolas. Miró sobre su hombro para ver a los niños que lo seguían y para ver por última vez si había alguna señal de alguien más, no le gustaba la idea de no volver con Lucas viendo todo el caos que parecía haber en el exterior. Los niños hablaron de otras personas, quizás Lucas estaría con ellos, quizás el destino le tenía preparada otras sorpresas pero por ahora le preocupaban los niños y sería mejor que Anna se encargara de ellos.

-esta bien...estoy cansado-murmuro el chico.
Lorena parecía animada, seguía a Ricardo de cerca, Matias en cambio seguía introvertido y algo paranoico mirando desconfiadamente los rincones de cada cuadra.
Entonces un perro blanco salio del la iglesia en ruinas para correr veloz hacia Ricardo y los niños, era Carpet la mascota de Ayleen, aunque los niños no lo conocían, salvo tal vez la pequeña que se alegro de verlo.

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'Dado 10' : 5

-AAAAAAAARGGHHHHHH!!!! LA VIEJA, LA VIEJA-
gritó agitando la llave para darle a Carpet en el hocico, el perro aulló de dolor regresándose donde su ama, había sido un golpe duro pero no había hecho mucho daño.
Ana, quien salia de la iglesia, se alegró al ver a los niños pero al ver el gesto de violencia del chico se espantó.
-Matias!!, que haces?!!-exclamó avanzando hacia él para sujetarlo de los hombros, el chico la quedo mirando fijamente antes de desmayarse.
La mujer miró a Ricardo con rostro preocupado.
-¿que paso?, ¿que vieja?-preguntó.

- mmm, no se a que vieja se refiere, si me preguntas a mi yo diría que la situación actual ha sido demasiado para él y está empezando a desvariar... pobre chico debe haber sufrido bastante- Respondió Ricardo a Anna, prefirió guardarse para si mismo sus propios momentos de poca claridad mental, por no decir locura. Ricardo era un tipo centrado y no halaría de lo que había pasado a menos que fuera necesario, además, con el paso del tiempo ya estaba empezando a dudar de que aquellos episodios realmente hayan sucedido.

- He traído la nieve, y estos dos críos que me encontré en el camino, parecen conocerte. No pude encontrar al tal Lucas aun que la niña parece conocerlo.- Dijo apuntando a la pequeña - por cierto, ¿como resulto el experimento de cocina? tantas aluc.... tantas caminatas me dieron hambre -

-desvariar?-repitió Anna preocupada sujetando al niño para que no cayera.
-se habrá contaminado?...no, eso no puede pasar, ¿que hacen solos?, estaban con el doctor, pensé que él cuidaría bien de ellos, y ¿esta sangre?-dijo, para mirar de reojo a Ricardo, luego finalmente sonrió, aunque su mirada seguía acongojada.
-Ahh la niña, si...es pariente de Lucas, creo que su hija, se alegrará de verla-agregó.
-Quizas debiéramos entrar a comer, y tomar café...-dijo para luego mirar a Ayleen.
-¿como esta Carpet?, tiene alguna herida?-preguntó preocupada.

FDJ: Sorry, esta semana me habia quedado sin conexion, pero ya volvi

Luego de una laaarga y relajada ida al baño lalo aparece con las manos en los bolsillos y silbando una canción, con el mismo andar relajado y despreocupado de siempre...se sorprende al ver a tanta gente ahi

Pero que mierda paso aqui...Ricardo no me esperaste?

- Lalo!, hola, te esperé un rato pero decidí ir sólo rápidamente y volver, aunque el viaje salió más largo de lo que había planeado. No pensé que te demorarías tanto, parece que tanto estrés te afectó el estómago - Dijo Ricardo sereno, sin mostrar su intranquilidad interior sobre lo que había ocurrido.

- No había nadie más allí Anna, no supe nada de doctores o más personas - Dijo mirando a Anna.
- Así que Lucas es tu padre - dijo mirando a la pequeña - no te preocupes, lo encontraremos.

El estómago de Ricardo hizo un fuerte sonido. - Bueno, entonces... ¿a comer? -