-No lo se, pero esta afectando a todo el mundo...no solo aquí en Chiapre, es una enfermedad que contamina el espíritu, que hace a la gente enloquecer, por eso...por precaución, utilizamos las máscaras, pero no son fiables, porque gente se ha contaminado a pesar de llevarlas-explicó serio.
De la nada, otro militar irrumpió en el cuarto donde el sacerdote y el escolta conversaban.
-Ustedes....han llegado varios heridos, el teniente ordeno que vaya a verlos el sacerdote, al menos eso calmaría a los creyentes-señaló esperando en la puerta.
-no, el padre esta muy cansado de su viaje, no lo molesten de esta forma-contestó el cabo quien pareció súbitamente molesto.