[Funeraria] Still Alive. (Eva, Carpet y Aileen).

Con el can caminando muy despacio a su lado y Eva junto a la muchacha, el pequeño grupo se separó de sus compañeros para encaminarse al lugar donde Lalo los esperaba. Aileen creía que vivo, aunque las posibilidades eran escasas, no tenían mucho más que esperanza y fe, en aquellos tiempos.

Carpet, por su parte, andaba a pasos muy cortos, semejaba que sentía algo extraño, incómodo. Tal vez fuera verdad que los animales eran más sensibles a la presencia de la muerte y andar hacia una funeraria no le gustaba, o tal vez fuera la noche perpetua, que lo desconcentraba. De cuando en cuando, olisqueaba algo en el suelo y se movía unos pasos por delante de ellas, sólo para volver a su lado, queriendo asegurarse de que estaban bien.

Aileen le dio la mano a Eva, era un gesto que buscaba apoyo y consuelo, claro que no podía evitar sentirse un poco infantil con el gesto. Esperaba que a la enfermera no le molestase.

La enfermera cogió la mano de Ayleen sin añadir palabras, sólo esbozo una sonrisa intentando tranquilizar a la joven, mientras que la expresión de sus ojos y cejas seguían denotando seriedad y preocupación.
La funeraria era una casa antigua, gris y mohosa, casi como todos los edificios de aquel pueblo perdido. Tras atravesar la reja de entrada, avanzaron las jóvenes por un jardín marchito de rosas hasta quedar frente a la puerta, la enfermera golpeo tres veces sin que nadie apareciera, el lugar estaba desierto.
-quizás tengamos que esperar un poco-dijo finalmente sentándose en los peldaños de la entrada, acariceo la cabeza de Carpet sin tocarlo cuando la enfermera pareció extrañarse repentinamente, miro a Ayleen quien apenas era visible por la oscuridad, dado que ninguna había pensado en llevar algo para iluminar.
-hay un poco de niebla en el pueblo no crees, es difuso pero ayer no estaba-comento mirando la tenue bruma que apenas lograba verse a la distancia.

Desde el portón una mujer de unos 58 años apareció con un candelabro, sobre su cabeza y hombros un chal, con su otra mano jugaba con un manojo de llaves, se acercaba lentamente iluminando de a poco el entorno.

¡Es verdad!- Dijo de pronto teniendo que fruncir el ceño para poder divisar un poco mejor a Eva a través de aquella densa y misteriosa oscuridad. Era la niebla que había regresado, y al estar aún en aquella noche que parecía eterna, no tenían muchas más opciones que pegarse bien si no querían perderse.

Acarició el lomo de Carpet, tanteando hasta poder sujetarlo con suavidad, no quería que se fuera de nuevo. Después se pegó bien en los escalones a Eva, teniendo ambos cuerpos juntos sería más complicado perderse. O eso esperaba.

Se recriminó a sí misma las prisas y el haber olvidado coger algo para ver, pero al menos, una mujer parecía acercarse a ellas. Levantó la mano libre a modo de saludo, pero sin atreverse a hablarle.

-Hola...ustedes son?-preguntó la mujer ya mas cerca, Eva se adelantó en hablar levantándose para permitir que la mujer subiera los peldaños.
-Somos amigos de la persona fallecida ayer, queremos verlo-exclamó la enfermera sin soltar la mano de Ayleen.

La mujer las miro a ambas frunciendole el ceño a Carpet.
-de acuerdo, pasen pero sin perro!...no quiero que le haga nada a Misifu-dijo malhumorada metiendo la llave en la chapa y haciendo fuerza para abrir la roñosa puerta con dificultad, adentro todo era lúgubre.

Habian ataúdes apiladas a un costado, corona de flores y adornos secos por otro, olía a orines de gato y a carne en descomposición.
Al entrar un gato blanco apareció, le faltaba un ojo y parte de la oreja, su apariencia era salvaje recibiendo a las jovenes con un HEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEZZZZZZZZZZZZZZz.

-Misifu, lindo gatito-murmuro la vieja encendiendo los candelabros para iluminar el lugar.

Quédate aquí, Carpet, tienes que ser bueno y no moverte.- Le dejó lo más cerca de la entrada empujando suavemente el cuerpo peludo contra el suelo, junto a la puerta. Se aseguró de que entendía lo que le decía, era una orden sencilla, “quieto aquí y espérame”. Le dio un besito en cabeza y entró siguiendo a Eva, para saludar con distancia de seguridad, al gato que le bufaba.

Sí, somos amigas el chico que trajeron ayer... Nos gustaría verlo.- Muerto no, se negaba a decir que estaba muerto.

-Ahh bueno, vengan por aqui-dijo la mujer mientras la guiaba por la arruinada casa.
-han habido muchas muertes, gente que se pierde en la niebla, y aparece ahogada o apuñalada, pero hace tiempo no se daban homicidios ya saben con disparos, es sospechoso ¿no?-comento la anciana cruzando el umbral de una sala, a una especie de cocina improvisada, sobre la mesa había un cuerpo sobre una mesa cubierto con una sabana blanca.
Eva trago saliva, se acerco aún de la mano de Ayleen, camino hasta quedar frente al presunto cuerpo de Lalo.
-A la cuenta de tres lo descubrimos, de acuerdo-exclamó de forma algo fria.

-1, 2 y.....-contó tomando la sabana para destapar antes miro de reojo a la muchacha a ver si estaba preparada para lo que verían.

Has una tirada de esperanza dif. X

Tragó saliva con fuerza, casi se hizo daño en la garganta, pues estaba cerrada por los nervios y no quería dejar pasar nada. Pensó qué pasaría si aquel era Lalo, que pasaría con el grupo, qué pasaría con Lucas, ¿cómo iban a hacer?

Pegó su cuerpo delgado al de Eva, buscaba consuelo en el apoyo mutuo, pero la delicada mano de la enfermera ya no le bastaba.

Cerró los ojos durante la cuenta y tomó aire, no sabiendo aún si sería capaz de abrirlos al llegar al 3.



Esperanza 5:

El miembro ''Aileen'' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar dados

''Dado 10'' : 8, 2, 8, 1, 9

La sábana se levanta y allí frente a ellas hay un cuerpo moreno e inerte, el rostro parece ser de Lalo aunque es difícil mirarlo dado que el lado izquierdo de la cara esta destrozado, reventado por completo a causa de la explosión del proyectil quien parecía entrar por el rostro para salir por atrás de la cabeza.
Eva retrocede y se tensa, le tapa los ojos a Ayleen para que ésta no siga viendo aquella horrible imagen.
-es él, lo perdimos-murmuro entristecida.

La muchacha puede sentir una enorme nausea, a tiempo que su corazón se acelera y frena de la impresión, "no puede estar muerto" piensa y entonces al volver a mirar ya no hay cuerpo, ha desaparecido frente a sus ojos.

Sacudía la cabeza, y apretaba con tanta fuerza la mano que sostenía la de Eva que se le estaban poniendo blancos los nudillos. Si aquel no era Lalo, no sabía quién podía ser... Y sien embargo, quizá por terquedad o por desesperación, se negaba a creer que fuera posible que hubiera muerto... No podía ser él, su amigo.

Abrió los ojos decidida a comprobarlo de verdad, y si era él, darle el último adiós de una visa que estaba llena de aquella palabra; fue entonces cendo lo vio: nada... Allí no había nadie.

¡Eva! ¡’Evita! ¡Mira! ¡No está! Puede que todo fuera una ilusión, como la ola gigante que iba a llevarnos... Pude sentir cómo me empapaba pero luego nada... Y aquí debe ser lo mismo, ¡Lalo está bien en algún lugar!- La miró, esperando no estar viendo un espejismo.

Eva miró sorprendida a Ayleen y luego la mesa la cual aún estaba con rastro de sangre y sesos, retrocedió soltando la mano de Ayleen.
-era Lalo, yo lo vi...aquí de carne y hueso, aún hay olor a sangre y pólvora, tus palabras, tus palabras lo hicieron desaparecer-exclamó sumamente seria Eva mientras daba un golpe a la mesa.

La mujer de atrás dio un grito desgarrador tras ellas.
-BRUJERIA!!!, BRUJERIA!!!-exclamó apuntándolas para salir corriendo afuera de la funeraria, el gato blanco estaba erizado bufeaba y gruñia a Ayleen de forma ruidosa y amenazante.

¡Gato, yo no he hecho nada!- Exclamó la muchacha sintiendo más necesidad de explicarse ante el animal que ante la mujer que le gritaba o ante Eva que parecía creer lo mismo.- Yo sólo deseaba que estuviera bien... Si no está... ¡Quiza esté vivo! Deberíamos volver al furgón, tenemos que contarles esto a los demás, ¡hay que encontrar a Lalo! Debe estar sano y salvo en algún sitio, entonces.- Posiblemente las esperanzas de Aileen estaban muy por encima de la verdad, pero la joven vagabunda sabía sacar fuerzas de dónde no las había.

Tiró suavemente de la enfermera con su mano pequeña y delgada, luego de asir la de Eva de nuevo.- Vamos, tenemos que decirles esto.- Le sonrió, esperaba que no le tuviera miedo...

-Si, regresemos-contesto incrédula y shockeada, siguiendo a Ayleen afuera de la funeraria.
El animal seguía agresivo con Ayleen al pasar la joven casi le salta encima para morderle pero luego opto por salir corriendo.

Spoiler: