[Iglesia abandonada]Noche[restringido]

Ana alcanzó un poco de fideos al escritor, eran las 2 de la mañana y aún no había rastros del sacerdote y Lucas.
La mujer miro al grupo y luego a Scott.
-quizás si nos mantenemos tranquilos y no perdemos la fe, esa cosa negra no podrá hacernos nada, en eso Ricardo tiene razón, el miedo es como un pequeño hueco en nuestro corazón, si lo dejamos crecer aquella cosa podrá entrar y quedarse-dijo como un pensamiento en voz alta para luego negar con la cabeza.
-Si llegamos a las ciudades grandes al menos habrá mas que saquear, esta ciudad esta vacía-agregó sonriendo.
-Al norte cayó el meteoro por lo que deberemos ir al sur, aunque antes de llegar a las ciudades principales tendremos que pasar por algunos pueblos-señaló seria mirando de reojo a Raul, quien era el que tenia los mapas.

Sonrio irónico.

-¿Contaminados? ¿Que la Unión los encuentre? Creo que ese es un peligro que tenemos todos. No hay que ser genio para darse cuenta que me ocultas algo respecto a los chicos, pero haya tu. No me interesan los chicos, ni para lastimarlos, ni para protegerlos.- Respondió a Aileen, también con decepción. Quizás esperase un poco más de confianza por parte de la muchacha hacia él. Aunque después de todo, tampoco podia culparlos.

Escucho a Ricardo, levantando una ceja.

-Hablas como Tabbis.- Comento sin entrar en detalles, observando a aquel sujeto.

Observo a Ana, intentando entenderla. Le resultaba extraño como ellos decidian tan facilmente sus movimientos, como si una mano guia les dijera donde ir y como actuar. Como si existiese un solo camino, previamente trazado. ¿Destino?

-No tengo miedo, si a eso te refieres Ana. A diferencia de uds yo no temo a la muerte, mucho menos a la Unión o a sus engendros. Antes de morir me llevare a los responsables de esto conmigo.- Sentencio.

Sus puntos y los de ellos eran irreconciliables. Scott comenzaba a alimentarse del miedo del ambiente, y su nuevo motivo de existencia poco a poco comenzaba a tomar forma. En su alma ya no había temor, pero tampoco había esperanza ni fe. Su única motivación ahora era la venganza.

El joven se alejo del grupo, dándoles la espalda. Se detuvo antes de abandonar la habitación. Estaba molesto luego de haberles dicho todo lo que sabia y a cambio haber obtenido solo evasivas, en otro momento habria reaccionado violentamente, pero ahora solo queria dormir.

-Tienes buena mano después de todo Ana. Tengan un buen viaje.- Dijo Scott con inusitada tranquilidad, abandonando el refugio hacia una de las habitaciones anexas. Ya no tenia nada que hablar con ellos.

James sonrio antes las palabras de Scott, o se imaginaba que habría detras de la imagen de hombre duro y sin sentimientos... a lo mejor un homosexual reprimido, sonrio ante sus propias ocurrencias. Miro a su alrededor, el cura y Lucas no habían vuelto...

-Si no han llegado en la mañana, probablemente debamos movernos sin ellos, no se bien lo que esta pasando aqui, ya que nadie me ha contado nada, pero nuestro tiempo en esta ciudad caduco hace mucho, yo tengo asuntos en el Sur, y no creo que nadie, aparte de la tonta sed de venganza del poli, tenga algún asunto más aqui, ahora el objetivo es sobrevivir. -Sus palabras salían con la misma velocidad con que la comida entraba a su boca, y no miraba a nadie, sus ojos pegados al plato.

Durante la conversació a ratos dormia y a ratos dormitaba escuchando algunas de sus palabras, pero estaba demasiado cansado para contestar o levantarme...aunque despues de un tiempo el cansancio fue disminuyendo y el hambre pesaba mas

Me levanto apenas de la colchoneta aun semidormido y me acerco al grupo, tomo un banco y tomo asiento

comida por favor digo apenas modulando y con la mirada aun perdida, siempre me habia costado levantarme

Escucho silenciosa lo que decia el ex-policia, Aileen tenia razón, la situación actual no era buena para los niños -Matías es un chico fuerte...- penso tranquilizando el nudo que se hizo en su garganta.

Las señales de "vida" que dio James la saco de sus pensamientos, le dedico una sonrisa y despacio se acerco más a él. Aún pensaba en las extrañas circunstancias en que "conocio" al escritor, apenas sabia su nombre, quizas si se hubieran encontrado antes estarian compartiendo un trago, o intercambiando palabras acerca de libros... y en algun espacio: un beso de improviso, seria el comienzo de una linda, muy linda noche. Concluyo sus pensamientos con un suspiro.

Desvio sus ojos de James a Scott, que se retiraba tal como llego, dejando estática en el aire. Se parece mucho a Pablo, penso.

-En el Sur?- pregunto alcanzando las ultimas palabras de James

La muchacha agachó la cabeza al ver la reacción de Scott y se movió para acomodarse con Carpet y dejar espacio a los que querían cenar ahora. Si había algo más referente a los niños, ella desde luego no lo sabía, y la apenaba que Scott creyese que sí.

De ese modo, se arrebujó junto al perro, que pareció contento con las atenciones, aunque ella estaba un poco triste.

Ana alcanzó comida a Lalo, miro la espalda de Scott en silencio, era cierto, él había aportado información y sentía que no tenia con que pagarle aquello.
-siento no serte de mas ayuda-exclamó con seriedad.


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Me trago los tallarines y vuelvo a dormir tranquilo, ahora sin que el estomago me reclamara tanto

El escritor se limito a asentir y luego dejo el plato sucio al lado -Cuando amanezca tomaremos las decisiones grandes, ahora descansemos, todos lo necesitamos, mañana será un día largo e importante -James se recosto y abrió su brazo invitando a Rita a que se recostara con el

Rita solto un suspiro y se acomodo apoyada en el pecho de James -importante...- murmuro cerrando los ojos de parpados muy pesados.