[Barrio B] Lobo herido, lejos de manada [Scott]

La mente es extraña. Scott no había reparado en el dolor que sentía por sus múltiples heridas hasta que estuvo lejos de los otros supervivientes. Seguramente la mente del ex policia buscaba de forma inconsciente el enfrentamiento con los otros, a fin de distraer sus pensamientos del dolor corporal, y el hambre.

Ahora que estaba solo, y en silencio, las heridas comenzaban a doler nuevamente. El haber cargado a Sean tanto tiempo tampoco le había dejado indiferente, un ligero dolor de espalda le hacia juntar los dientes.

Había que buscar un buen lugar donde descansar. Ya tenia algunas cosas que lo ayudarian a pasar algunos días, y algo de comida.

Se alejo del cementerio, lo suficientemente lejos para que nadie lo moleste, pero lo suficientemente cerca para escuchar el fusil de un soldado de la Unión en el cementerio.

-¿Cuanto demoraran en darse cuenta que realmente están solos, como yo?- Se pregunto en su interior, mientras inspeccionaba el barrio buscando alguna construcción que pasase desapercibida, y en buen estado.

El miembro 'Scott' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar dados

'Dado 10' : 7, 7, 5, 7, 2, 10

Cada minuto parecía hacer mas frío, los pasos del policía lo llevaron a un lugar cercano al cementerio pero al mismo tiempo protegido de un eventual ataque, así fue como llego a un departamento destruido, en un principio parecía totalmente derribado pero Scott pudo notar como al costado se mantenía la entrada al subterráneo, seguramente abajo habría una habitación de emergencia, seguramente antisismica.
Al acercarse pudo notar que parte de la puerta estaba cubierta por hielo, y protegida por un candado, al lado un cadáver cubierto de nieve de quien parecía no haber alcanzado a llegar.

Spoiler:

Scott revisa el cadáver, buscando alguna llave para ese candado.

Scott no tarda en encontrar la llave, al parecer aquel tipo era el conserje del lugar.

Era irónico, el tipo murió para facilitarle las cosas. Un mundo injusto, no cabia duda. La supervivencia era cosa de adaptabilidad, pero también de azar.

Scott abrió el refugio, pensando que el factor de azar estaba de su parte. Prendio la linterna para inspeccionar el interior.

Tal como Scott lo imaginaba aquel era un refugio antisismico y para la suerte del ex-policia era el sitio perfecto para sobrevivir aquella noche.
El cuarto estaba equipado con objetos útiles para ello, como mantas, linternas, fósforos, y un teléfono de emergencia.
En un mueble habían variadas provisiones, 10 tarros de sopa de frijoles, 3 tarros de piña, 2 rollos de papel sanitario y 2 botellas de dos litros de agua potable.

Scott sonrió con sinceridad, hacia días que no lo hacia. Incluso rió, en voz alta. Una sonora carcajada, bordeando lo demencial. No era extraño, posiblemente ya estaba loco, y si no lo estaba aun, era cosa de tiempo.

-¡Jajaja voy a comer, voy a comer!- Dijo canturreando mientras miraba uno de los tarros de piña y lo alzaba como un trofeo. -¡Te comeré, te comeré, te comeré!- Agrego entre risas apuntandole al tarro con su dedo, triunfal.

De súbito volvió a ponerse serio.

-¿Que mierda me sucede?- Se pregunto mientras volvia en si. -Tengo que racionarte Piña, contigo tengo para varios dias.- Agrego, hablandole al tarro.

Luego de aquella patética escena, Scott nuevamente volvía a lo practico. Se aseguro de cerrar el refugio, poniendo alguna resistencia en la puerta para que si alguien tratase de entrar pudiese despertarse. Aseguro el candado, esta vez por dentro. Preparo algunas mantas y se cambio las mojadas ropas que traia.

Solo quedaba un problema: ¿Como obtener calor?

Spoiler:

Scott saco a hachazos una de las puertas del mueble, para hacer leña. Arrugo un poco de papel sanitario y ordeno todo en una pequeña fogata. Se aseguro de que la ventanilla permaneciese ligeramente abierta, a fin de que escapase el humo, pero que saliera de forma lenta a fin de no delatar su posición.

Ya una vez preparo todo, prendió con un fósforo los rollos de papel sanitario que rodeaban la madera.

La fogata prendió en un inicio sin problemas, pero extrañamente una ráfaga violenta de viento entro por la estrecha comisura de la ventana casi apagando el fuego.
De alguna forma Scott puede ver una sombra proyectándose tras la lumbre de la fogata, aunque no haya nadie con el en la habitación. En la lejanía un perro comienza a aullar larga y fuertemente.

La fogata se estabiliza aunque las llamas tienden a ir donde la sombra de haya, es el contorno de un hombre, la habitación comienza a entibiarse pero la presencia sigue allí.

Scott saca su hacha, aproximandose lentamente a la sombra. No sabia que cojones fuese eso, pero nadie le quitaría ni su comida, ni su fuego.

Pese a acercarse a la sombra de forma amenazante esta permaneció allí, mas que mal ¿como un hacha dañaría una sombra proyectada en la pared?, fue así que de pronto la sombra se volvió en una especie de tinta negra cayendo al piso en forma liquida.
La puerta a entrada del cuarto se trabo y el liquido medio espeso comenzó caminar hacia Scott trepándole por las piernas.

¿Una sombra? No, esto definitivamente ya era una alucinación, seguro de esas que mencionase Anna. Pero como saberlo, ¿Acaso ya estaba completamente loco?.

Scott intento calmarse y cerrar los ojos, tratando de llevar su mente a otro lado. Guardo el hacha, en ese estado no confiaba ni en si mismo.

A pesar de que el ex policia intentaba estar en calma y creer que todo aquello era parte de su imaginación, podía sentir como la tinta fría trepaba por su pierna expandiéndose lentamente por su cuerpo hasta llegar a su rostro, en donde intentaba entrar por su boca, orejas o por los agujeros de su nariz.

Había que pensar algo mejor. Ya estaba pensando a dudar que fuese una alucinación, pero aun quedaba algo por comprobar. Cerro la boca mientras intentaba retener la calma que escapaba de su mente.

En un instante vino a él un recuerdo de su adolescencia, cuando era un chico de barrio. En aquella época, las drogas eran pan de cada día en su barrio, y en alguna ocasión probo. Una forma de salir de las alucinaciones era a través del dolor, obligando a la mente a interpretar el mundo correctamente.

Saco el hacha nuevamente, puso el filo en su palma y corto levemente. Lo suficiente para sentir dolor, para que brotase sangre. El dolor debía despertarlo, sino, ya estaba jodido.

Spoiler:

En vano, la oscura masa comienza entrar por los oídos del ex policía haciendo que estas comiencen a chillar en un pitido inaudible que vence las resistencias de Scott haciendoloc aer al suelo, no esta desmayado esta consciente viendo y sintiendo como la tinta comenzaba a entrar por su boca y nariz ahogándolo de una intensa sensación de horror, finalmente todo se fue negro.

Spoiler: