[Ciudad de Manu]persecución[sacerdote]

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Ayleen hablaba con el perro intentando que este entendiera el animal giro su cabeza en señal de duda.
El sacerdote en tanto tomo la palabra intentando razonar, sentía cansancio, aún podía correr pero aún así preferio darse por rendido al ver que tarde o temprano se demayaria tal como Raul.
-Han venido en son de paz sin enviar antes un mensajero ni traer ofrendas para nuestro rey, sin caravana y durante la noche-infirio bravo uno de ellos.

Carpet escucho a la joven con atención dando un par de ladridos, volteo fiero saltando sobre el sacerdote para morderle fieramente la clavícula. Ante esto el grupo de salvajes comenzó a reir.

El animal no soltaba al cura quien se cayó al suelo, ensangrentado.

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(el sacerdote aun mas sorprendido por la reacción de aquel animal, lo golpeo con todas sus fuerzas para que lo dejara en paz fuerza mas pelea = 4.)

El miembro 'ExcequielVII' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar dados

'Dado 10' : 6, 2, 5, 5

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El sacerdote golpea al perro en la nariz quien sale corriendo aullando del lugar para desaparecer entre los edificios.
EL cura ha quedado mal herido

(el sacerdote ya no podía mas, atacado por un perro, drogado por quizás que cosa, era como si el cielo le estuviera jugando una mala pasada, ademas por alguna razón extraña no podía razonar con aquellos sujetos, estaba perdido. su única posibilidad era intentar complacerlos.. pero era difícil... se dejo estar y callo inconsciente al lado de raul... )

EL sacerdote había perdido la fe, y a pesar que la droga aún no le hacia efecto se desmorono junto a Raul.

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Aileen reaccionó tarde, aterrorizada por la escena de Carpet atacando al pobre sacerdote. Era culpa suya... pobre hombre... Ahora desde luego que no podría dejar a ninguno de los dos solos.

- ¡Quieto! ¡Quieto!- Contuvo a Carpet como buenamente pudo convenciéndole de que era el momento de detenerse.

Miró a aquellos hombres.- No traemos caravana porque nos hemos separado de ella para buscar refugio para esta noche. No sabíamos donde encontrar a los servidores del Gran rey Manu y presentarnos como era debido, nosotros somos los emisarios; pero nos asustamos porque creíamos que podría tratarse de asaltantes, como los que hay en algunos caminos o ciudades.- Explicó quedándose muy quieta, cruzando los dedos para ver si al menos algo de aquello suavizaba la situación.

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Muñeca de Trapo escribió:

El sacerdote golpea al perro en la nariz quien sale corriendo aullando del lugar para desaparecer entre los edificios.
EL cura ha quedado mal herido, finalmente se desmaya

Dos de los hombres se apresuraron a alcanzar al cura y a Raul, agachándose en cuclillas para reisarle las ropas en busca de objetos de valor.
El demente que había tomado la palabra se acerco hasta quedar cerca de la muchacha.
-Seran prisioneros por ahora, pero como dice la ley del Oasis de Kentapará, todos tienen derecho a la audiencia con el rey, salvo aquellos que no quieran honrarle-exclamo el demente atando las manos de la chica con cuerdas.
Los otros dos hombres cargaron a los desmayados.

Habían sido capturados.