[Niebla] nombre, nombre, nombre[restringido]

Discretamente, mientras Scott respondía al tipo, y la muchacha se quedaba anonadada por las palabras de éste, y todo eso de la guerra (y de los grupos terroristas cuyo nombre desconocía), asintió a Amelia.

Le dio un suave golpecito en el brazo a Scott cuando fue con la mujer hasta la ventana, para aclarar qué eran aquellas luces de antorchas y a dónde iban.

El grupo siguió de largo del furgón, donde se suponía que estaban los demás, eso tranquilizó a Amelia.
-Ahh..parece que no se trata de nosotros, van por el camino por donde llegamos, a la niebla-dijo en un suspiro aliviado.

-Me parece que hay más que simples terroristas tras tamaño desastre.- Podia ponerse a hablar de manchas negras comehombres, pero seguramente lo tacharian de loco.

Scott sintio el golpecito de Aileen y siguio a las muchachas para mirar hacia afuera.

-No se les ocurra salir hasta que sepamos que sucede.- Susurro, autoritario con las jovenes, hablandoles a su espalda.

Giro el rostro nuevamente hasta el tendedero.

-¿Siguen operativas las instituciones de la Unión en la ciudad?- Alzo la voz desde donde estaba Scott, para dirigirse nuevamente al hombre.

-simples terroristas?, en que mundo vives hijo. Esos bastardos se han hecho de bombas nucleares y armas bioquímicas que enloquecen a la gente. Si solo fueran un par de revoltosos la policía y las agencias habrían solucionado el problema de raíz-contesto serio haciendo una pausa.
-se podría decir que si, el alcalde conduce el pueblo en este estado de excepción, luego esta el comisario, también hay un pastor. El resto lo resolvemos por asambleas ciudadanas. Asi nos hemos organizado desde que la niebla apareció-comentó mirando también de soslayo lo que ocurría afuera.

Aquí yo cada día me entero menos de lo que pasa...- Pensaba Aileen volviendo al lado de Scott luego de suspirar aliviada, también, al asegurarse de que el furgón de sus amigos quedaba a salvo de aquel grupo de antorchas.

¿Cuántas personas quedan en el pueblo?- Preguntó curiosa, al lado del policía, y con Amelia cerca.

El hombre entre cerro los ojos para calcular.
-veamos, veamos...unas siete familias, sumadas las viejas que llegaron hace poco..mmm...unas 20 personas mas o menos-dijo con una sonrisa a Ayleen.
-y bueno...cuantas piezas van a querer, es la única posada en el pueblo y mis precios no son muy altos-agregó en tono comerciante.

¿Y ahora con todo esto siguen cobrando en monedas o usan el trueque?- Le preguntó con un tono que indicaba, que fuera cual fuera la respuesta ella seguramente no iba a poder pagarlo.

-Notara que no hemos recibido nuestras remuneraciones regulares. Nuestras ciudades no tuvieron tanta suerte como su pueblo.- Comento Scott, atento a lo que sucedia afuera.

-Soy abierto a lo que sea, trueque, y si aún no tienen nada que ofrecerme siempre pueden entregar su trabajo, ¿que les parece?, justo no?-agregó sonriendo.
-puedo darles camas, comida, calefacción, baños, comodidades, no es posada de lujo pero podrán descansar-explicó algo desconcentrado, notando también que algo ocurría afuera.
-que extraño?, ¿que habrá pasado?-murmuró el hombre caminando hacia la entrada para ver mejor.

La muchedumbre con las antorchas parecía volver, entre cuatro llevaban a alguien al parecer desmayado, luego Ayleen, Scott, y Amelia pudieron ver a Lucas esposado siendo llevado hacia un edificio contiguo, con ellos también iba el sacerdote.

Amelia salió corriendo cruzando la calle, en dirección al edificio donde habían entrado, la gente se dispersó.

Entren a:
https://umbrae.forospanish.com/ecos-y-susurros-f3/pueblo-niebla-asesinato-restringido-t309-15.htm

-¡Maldición, le dije que permaneciera aca!- Rugio furioso Scott..

Movio la cabeza. Nuevamente comenzaban a complicarlo todo. Bendito grupo al que se habia unido.

-Un dia, ustedes van a ser mi perdición.- Susurro más calmado a Aileen, y parecia que sus palabras tenian algo profetico que ni el propio Scott podia notar.

Se giro hacia el posadero.

-Hablaremos luego de ello amigo. Su oferta es muy intrigante considerando nuestro actual estado, pero ahora nos urge el asunto de afuera. Ya volvere para que hablemos.

Se dirigio nuevamente a Aileen.

-Vamos a ver que paso Aileen. Y procura no salir corriendo como esa pendeja de mierda.- Hizo una seña para que Aileen lo siguiese, y luego salio.

Con los ojos muy abiertos, y atenta a sujetar a Carpet que empezaba a ladrar algo tenso, miró a Scott.- Sí, sí, no iré corriendo. Te sigo.- Le aseguró antes de echar a andar tras el hombre.

Al salir de allí se despidió con la mano del tipo de la posada, volviendo rápidamente a lo suyo... Lucas, Lucas... ¿Qué les habría dado a los de las antorchas?