[Laboratorios]Buscando...[Vlad-Kenny]

Luego de 20 minutos de caminar esquivando obstáculos, el pequeño grupo llego a una especie de selva seca en medio de la ciudad, el cual estaba rodeado de un extenso muro de concreto, el cual gran parte ya había caído producto de las aguas y los temblores que había sufrido la ciudad.
Luego de unos pasos el grupo estaba cubierto hasta los muslos de un espeso fango de una fetidez que asqueaba hasta al mas templado.
Los arboles secos se elevaban fantasmales mientras lo que antes era un enorme parque silvestre, era ahora una trampa mortal. Mas adelante unos edificios blancos parecían elevarse, eran los laboratorios.

Claramente no era agradable avanzar por allí, peo seguí avanzando empecinado en llegar a los laboratorios, pronto ya se veían los cascos blancos que recubrían los edificios a lo lejos.

Llegar hasta allí de cierta forma me daba esperanzas de poder seguir adelante, mientras estos edificios se irguiesen en el aire gritando a los cuatro vientos que la Unión estaba aquí el orden y la paz se mantendrían -Allí están, las instalaciones de los laboratorios de la Unión- al dar un nuevo paso mi pie se quedo enterrado levemente en el fango y musgo del suelo teniendo que sacarlo con algo de esfuerzo -¡Maldición!- dije mirando hacía abajo.

A medida que avanzaban hacia los laboratorios comenzaron a oir voces, luego tres tipos armados pasaron caminando para desaparecer en el otro extremo del pantano que parecían cruzar, parecían estar haciendo rondas.
Vladimir supo que no eran funcionarios de la Unión, tanto por su jerga, como por los tatuajes que alcanzó a divisar en uno de ellos, para Krustoff también fue evidente.
-Se tomaron los laboratorios, pero esos no parecen simples civiles-comentó al agente.

Samantha se tomó el pecho preocupada, pero luego pareció tranquilizarse, miro a Kenny con una sonrisa.
-me dio como un presentimiento extraño-dijo a tiempo que intentaba quitarse el barro de su ropa.

Aquello le recordaba un poco al primer día del resto de su (mierda de) nueva vida, con todo el concreto derrumbado formando un respetable montón de escombros. Lo del fango fue una desagradable sorpresa, que le hacía sentirse como un mamut, pero quitando todo lo poderoso que podía sentirse un tanque de varias toneladas con colmillazos. Y por si aquello no fuera poco, que en realidad era tolerable, la noticia de su estimado compañero vino acompañada de una vista a juego. Aquello no podía ser buena señal.

-Igual zon una bandar armada. ¿Qué hacemoz? ¿Continuamoz o noz largamoz?

-son laboratorios de la Unión, allí podriamos encontrar alguna radio, o algo útil-exclamó Krustoff haciendo sonar los nudillos, mirando a Vladimir con una sonrisa turbia.
-eres agente ¿no?, eso dijo el anfitrión, si es así tendrías acceso ilimitado?-preguntó para volver hacia el frente.
-porque esos tipos no creo que hayan podido violar la seguridad por completo, mas que mal, son complejos de la Unión-comentó serio.

-No, ilimitado no, pero seguramente si son civiles o ajenos a la Unión no deben haber podido infiltrarse en ciertos lugares en los que nosotros si podríamos- de cierta forma no valía la pena tratar de ocultar su verdadera naturaleza, simplemente escuchar esas palabras lo llenaba de ira y motivación.

miró nuevamente al grupo deteniéndose -Les sugiero por su propio bien que olviden todo lo que dijo la anfitrión- no lo repetiría nuevamente, Krustoff sólo deseaba ayudar y sin duda su comentario era inteligente, pero cada uno de esos comentarios significaba una violación de los estatutos de protección al ciudadano.

Por su parte le contesto al doctor -No, seguiremos, no hemos llegado hasta aquí para dar la vuelta y marcharnos al primer mal presentimiento- recorrió al pequeño grupo.

-Primero debemos averiguar quienes son estos tipos ¿algún voluntario?

-mandemos a la mocosa-exclamó Krustoff sacando su arma del cinto.
-o al doc, cualquiera que los distraiga mientras los reducimos-señaló serio.

-¿Y qué tal zi va alguien que tenga alguna pozibilidad de defenderze zi le atacan, oh gran varón zobrao?

Le miró con hosquedad mientras le decía aquello, aunque miraba la pistola con inquietud. Con lo tensoso que estaban todos igual soltaba algún tiro, y adiós Kenny. Además, si se decidía a amenazarles con eso, pocas opciones le iban a quedar.

Krustoff sonrió.
-Por eso mismo doctorcito, ustedes son los mas inservibles en pelea, no creo que los maten al verlos, seguramente los detendrán para interrogar, en ese instante entramos nosotros para reducirlos, si voy con esta ropa de la Unión y son rebeldes me mataran primero y preguntarán después-contestó con ironía. Miró a Vladimir serio.
-que vaya la chica, no mataran a una mujer enseguida...al menos tardaran el tiempo suficiente para que los asaltemos-agregó revisando el arma.
-Toma Boris, lleva tu el arma, yo desarmaré al otro tipo para quitarle la suya. Doc, usted espere aqui como niñita-dijo burlón, antes de comenzar avanzar agazapado por la hierba.
La joven bajo la vista nerviosa, dio un respiro para animarse hablar.
-esta bien...lo haré-murmuro decidida, adelantándose por el otro lado para interceptar los tipejos armados, una vez que tomo su lugar hizo una seña para acercarse por el lado derecho hacia los hombres.
-Auxilio, ayuda, ayuda por favor-exclamó fuerte llamando la atención de los centinelas que enseguida prepararon sus armas para ir donde la joven se encontraban.

-QUIEN MIERDA ANDA AHI?-exclamó uno de ellos, saliendo al frente Samantha a tiempo que levantaba las manos.
-no disparen, no disparen, estoy una civil desarmada-respondió nerviosa, era el pase para el plan.

Uuy seeeh, loh máh inserviibleh en pelea, bwana. Amito blanco sabé qué eh lo mejó p´al gruuuupo, shico.

-Ñem... esperemos que no sean de gatillo fácil.

El "Doc" iba a protestar sobre aquello, pero tal y como iban las cosas, de nada servía. Cada vez sentía más y más el poderoso impulso de coger a Krustoff y estrangularle hasta que se le salieran los ojos de las órbitas. Ojalá fuera un fontanero o algo así, y no un militar superentrenado y tal.

-no disparen, no disparen, estoy una civil desarmada

"Dios, si existes, que esto salga bien"

Le guiñé un ojo al doctor dándole a entender que todo saldría bien, el plan de Krustoff podría resultar, últimamente mis intentos de infiltración no habían funcionado muy bien y la razón no dejaba de arrastrarla conmigo.

Como un último gesto llevé mi indice a la boca para indicar que no me hablasen más...

Observé a la mujer, al doctor y al militar como quien se pregunta ¿a cuál de todos descubrirían primero si intentásemos infiltrarnos?, la verdad la experiencia que había tenido con Salma me daba entender que no podía confiar ese tipo de misiones a civiles o incluso militares sin entrenamiento adecuado, la opción de Krustoff parecía más conveniente, de todas formas.

Me oculte de tal forma que cuando los militares llegasen a donde se encontraba la joven estuviesen rodeados por ambos flancos.

-¿Que no sabes que estas en territorio de las cabezas negras?-replicó el bandido apuntándola con el arma.
-No...no tenia idea, necesitaba ayuda y los vi a ustedes-balbuceo nerviosa, preguntándose porque estaban tardando tanto en entrar en acción.

Krustoff logro estar lo suficientemente cerca y pronto miró a Vladimir, contando en silencio esperando que el agente leyera sus labios.
-1...2...y...3-susurro, tomando impulso para tirarse sobre el tipo del arma.

has una tirada destreza+sigilo (+hurtadillas), dif.6 para posicionarte y apuntar al sujeto 2°, mientras el militar se encarga del tipo 1°.

Tiradas pnj:

El miembro 'Muñeca de Trapo' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar dados

#1 'Dado 10' : 6, 8, 5, 9, 5

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#2 'Dado 10' : 10, 2, 1

Primero la tirada y luego la narración ...

El miembro 'Vladimir Dubcek' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar dados

'Dado 10' : 2, 9, 2, 5, 3

Vladimir intento avanzar rápidamente colocando la boca de la pistola en la cabeza del sujeto, cuando se sintió seguro le increpo...

-Tranquilo amigo, en este momento tengo una pistola calibre 42. en tu cabeza y créeme no queremos que suceda un accidente...

-levanta la manos, ahora eres nuestro reh...-alcanzó a balbucear el guerrillero, cuando Krustoff aparece sorpresivamente entre la maleza lanzando una violenta patada contra el hombre armado, quien a causa del golpe cayó de lado tirando el arma. La muchacha rápidamente cogió el subfusil y retrocedió, para luego correr al lado de Kenny.
-MIERDA!!-exclamó su compañero dando unos pasos pero se detuvo de golpe al oír la voz de Vladimir por su espalda.
-¿Los envió Miriam?-exclamó adolorido el tipo en el suelo, levantando las manos y escupiendo saliva con sangre.

-Eso a ti no te importa amigo, aquí nosotros hacemos las preguntas y si en verdad quieres salir de esta con vida te recomiendo que dejes tus armas en este preciso momento- observé lo que Krustoff había hecho y aproveché de susurrarle al tipo cerca de su nuca.

-Mi amigo no tiene buen humor, me ha dicho, sugerido, antes de venir aquí la conveniencia de mataros a todos, pero yo no creo eso, si colaboras quizás incluso pueda interceder a tu favor, créeme te conviene- luego volví a la mujer, no me gustaba la idea de que tuviese un arma una civil.

-Samantha suelta esa arma, no sabes ocuparla y puedes salir dañada, ven, acércate lentamente y entregamela- dije mientras intentaba reducir al sujeto para que soltase su arma.

(Las armas que traen los tipos tienen correas? digo, como para sacarle las correas a las armas y utilizarlas para amarrar sus manos.)

(Si)

Krustoff miro al doctor con ironía.
-venga ayuda, ya paso el peligro-exclamó sonriendo. Samantha dudo unos instantes y no se acerco, le entrego el arma al doctor y luego retrocedió hasta un árbol para sentarse silenciosamente.

Los hombres en el piso parecían cabreados, pero habían comprendido las palabras de Vladimir.
-¿que mierda son ustedes, no parecen militares, que hacen en los laboratorios?-preguntó sumamente serio y amenazante Javier, el tipo que sangraba lo miro con una mueca de risa.
-ya lo dije, este territorio esta en manos de los Cabezas Negras. Los militares, los políticos, la Unión, ya no existen en este estado libre hahaha, acaso no ves la libertad luego de la caída del régimen, ahora nosotros mandamos cabrón-contesto para toser.

-Ya va, ya va... -dijo, mirándole de reojo, sin perder de vista a Samantha. Seguía sin fiarse, y era normal con semejante individuo.

...ahora nosotros mandamos cabrón

Ah, vaya, claro. Sí, por supuesto, estupendo. Como debe ser. Una vez se ha retirado la autoridad represora (que no nos engamemos, señoras y señores Unionistas, era exactamente eso), la sociedad debe convertirse en un grupo de vándalos liando guerras de bandas con toda la munición que puedan, porque sí, pòrque es la solución más lógica.

-En zerio, ¿por qué nadie decide formar un gobierno provizional, una comunidad de vecinoz, en vez de zalir a la calle con metralletaz?

Puam, respuesta equivocada, mi rostro se endureció, no, no tenía sentido del humor y no me estabas respondiendo ¿que mierda te crees idiota?, Observe al doctor y su brillante comentario mientras alzaba el arma.

Rápidamente golpee al rehén con la culeta del arma en la cabeza -Escucha imbécil, no eres un libertador sino un pobre estúpido que cree que puede jugar a las pandillas de criminales y salvarse del ajusticiamiento. Te mostraré quien manda cabrón, mando yo y yo... yo soy la Unión y jamás seré derrotado por perros sin honor como ustedes-

coloque la boquilla del arma en al cabeza del tipo ¿el mundo se estaba volviendo loco? ¿de donde salía tanto enfermo queriendo mandar? ahora era cuando más necesitábamos Unión... -Repite ¿quien es el que manda?-

El hombre recibió el golpe haciendo un gesto de dolor, mas no se quejo, miro al agente con una sonrisa resignada.
-decir que tu mandas no cambiara la situación...adentro hay mas de 50 personas armadas hasta los dientes, ustedes solo son cuatro...-exclamó jadeando.

-Respuesta incorrecta, ¿eres de los que tardan en entender no es cierto?- dije pateándolo en el costado -Me importa una mierda que sean 50 muertos de hambre, 100 o 300 muertos de hambre, siguen siendo unos estúpidos palurdos que no acaban de entender contra quien se están metiendo-

tirándolo del pelo para levantar su rostro le dije al oído -Cincuenta hombres atrincherados en los laboratorios de la Unión ¿sabes que pienso?... están muertos de miedo... preguntándose que sucedió, rezando por que la enfermedad no los dañe, esperando despertar vivos día tras día Había hecho esto tantas veces que a penas era consciente de que el doctor y la muchacha me estaban observando y no era sino el principio de lo que se conocía como el "ablandamiento".

El hombre se mantuvo firme pese a la amenaza del agente, miro con dificultad a Vladimir, estaba herido.
-lo dices como si no estuvieras también en esa situación...es el fin del mundo ¿recuerdas?-contesto serio.Su otro compañero estaba mudo, nisiquiera levantaba la vista-

Samantha abrió los ojos asustada apretando sus manos con angustia, como civil nunca había presenciado tal violencia, y estaba al borde de los nervios.
-Ya basta!! dejelo en paz, ¿que clase de personas son ustedes?, deja que diga lo que quiera-chilló desesperada.

Krustoff se mantuvo al margen, medio cabreado miraba los alrededores.
-no deberíamos quedarnos estacionados aquí, en una posición vulnerable-señaló.

-Ya basta!! dejelo en paz, ¿que clase de personas son ustedes?, deja que diga lo que quiera

-¡Por Dioz ¡Por fin alguien con zentido!

Miraba a un bando y a otro, dando escaso crédito a lo que su cerebro decía que los oídos le habían transmitido. No podía ser. Es que, simplemente, no podía ser.

-En una coza tiene razón, ez el fin del mundo. ¿Y quiere que le diga una coza? Nozotroz hemoz zobrevivido al fin del mundo. Zi ya no hay Unión, tampoco hay zentido para loz antinunioniztz. Pienze en ello. Ajhora lo que importa ez que zomoz gente que necezita zobrevivir en un mundo que no puede proporcionarlez aquello a lo que eztán acoztumbradoz. Como agua, comida y todaz ezaz menudenciaz zin importancia, ya zabe -dijo, mirándole fijamente a los ojos; su mirada transmitía desesperación por lo irracional de la situación- Allá donde voy ezpero ver que algún grupo ha decidido hacer uzo de razón, reunirze entre elloz, llegar a un acuerdo de convivencia y plantar verduraz de zubziztencia y criar animalez para un futuro difícil. ¿Y zabe lo que veo? ¡Gente como uzted! ¡Y como él -dijo, señalando a Vladimir- , pero al menoz ezte hombre tiene laz entendederaz zuficientez como para entender que uno no puede zobrevivir a la buena de Dioz!

Empezó a jadear, y en cualquier momento parecía que iba a comenzar a hiperventilarse. Aquello era lo que tocaba el fin del mundo... hora de trastornos mentales. Aunque, ¿de verdad aquel hombre estaba loco... o simplemente tan desesperado como daban a entender sus palabras?

-¡Crizto! ¡Dígame cuantoz zon, qué eran antez, en qué condicionez viven y zi hay gente herida! Ya no hay penicilina de fácil ac-cezo, y cualquiera puede mori por un zimple razguño.