[Iglesia Abandonada] Entre Santos [Abierto]

Scott había decidido ir a dormir a una de las habitaciones anexas a la principal del sótano de la iglesia. Luego de una breve inspección ingreso a una que parecía ser una especie de almacén.

Como era de esperarse, no había nada de comida en el lugar. El sitio estaba repleto de cuadros, libros e imagenes de distintos santos del credo propio de aquella iglesia. Scott supuso que estaban almacenados ahí luego de la serie de restricciones que imponía la Unión a las religiones. Algunos parecían muy antiguos.

Una imagen llamo su atención mientras se sentaba en el suelo y se acomodaba. La imagen estaba dañada, no pudiendo distinguir el nombre del Santo que se había borrado. Aunque aun era legible parte del grabado.

"San... , Santo de la Esperanz..."

Scott observo la imagen en silencio mientras la sostenía con fuerza con su mano derecha. Entonces frunció el ceño.

Scott tomo la imagen del santo y la arrojo contra la pared, quebrándola en mil pedazos. Luego simplemente se acomodo y siguió durmiendo.

Scott escucho el movimiento en el Refugio, al otro dia. Ya habian despertado la banda de ruidosos.

Se puso de pie, corriendo con el pie los trozos del santo quebrado, que quedaron cerca de la puerta. Se estiro un poco, y luego comenzo a hacer flexiones de brazos. No podia perder la forma, es más, debia mejorarla.

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Fuerza+Atletismo

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Scott intento hacer flexiones pero el cuerpo le dolió enseguida, resentido por el esfuerzo físico de ayer, si bien logró una serie no era suficiente para ejercitarse al 100%.
De pronto el ex-policia pudo sentir que era observado, en el umbral de la puerta estaba Lorena y Matias mirándolo fijamente. Lorena parecía curiosa y divertida entro al cuarto mirando las figuras rotas y pinturas.
Matias en cambio parecía mas interesado en lo que hacia Scott, pateo un pedazo de la estatua en el suelo.
-es como decían en la escuela...solo pedazos de yeso-comentó levantando la vista hacia Scott.

El ex policia había golpeado el suelo frustrado, luego de ver que su cuerpo no respondía.

En eso se dio cuenta que llegaron los niños al cuarto. Miro los trozos de santo destruido.

-Quien sabe chico, en algún momento alguien creyó en estas cosas, sus motivos debio tener. De todos modos, espero que solo sean figuras de yeso y que el famoso Santo de la Esperanza no este planeando una terrible venganza luego de que rompí su figurita.- Dijo en tono de broma.

Estuvo serio un momento. Parecia tener ganas de hablar.

-De todos modos, en la escuela te enseñan que la Unión es perfecta, que el Sabio es un tipo super cool y que no caen meteoritos sobre la gente. En tu lugar no confiaría mucho en la escuela. Escuela, Iglesia, Academia, TV; todo es la misma mierda, hacerte pensar de algun modo conveniente para el Dictador de turno.

-¿Desayunaron?- Pregunto, mientras se incorporaba en un agil movimiento. -Ya me los hacia lejos.- Agrego.

-bueno en la escuela enseñan que los meteoritos caen en los planetas a veces, ni el sabio podría pararlo, a no ser que fuera superheroe o algo así de fuerte para poder detenerlo o desintegrarlo SHUAMMMP-exclamó arrojando un camote de yeso contra la pared, una sonrisa traviesa apareció en su rostro al ver que el pedazo de material había dejado una huella en la muralla, para luego volverse serio nuevamente. Dio una vuelta pensativo antes de responderle a Scott.
-no, yo no, pero Lorena siempre esta comiendo dulces no se de donde los saca-dijo mirando a la niña muda quien parecía entretenida juntando los pedacitos de la cara del santo, como si se tratara de un rompecabezas.

-Scott, cuando eras policía creías en la Unión?-preguntó el chico mirándolo fijamente.
-El señor Sean me hablaba mucho de los casos, parecía un trabajo divertido, ¿a cuantas personas tuviste que matar?-termino de preguntar mientras movía de un lado a otra una llave mecánica que tenia en su mano derecha.

Scott rió irónico ante lo dicho por Matias y le contesto con esa misma ironía.

-Claro, el Sabio no puede parar un meteorito, pero si enviarnos comida, agua y un rescate digno. Quizás nuestro mal ponderado Santo de la Esperanza tenga algo mejor que ofrecer.- Dijo levantando las cejas, quizás el chico no lo viese desde ese punto.

Sonrió hacia Lorena, al escuchar lo de los dulces.

-Mientras siga sacando dulces, poco importa de donde vengan. Mientras hayan.

Negó con la cabeza.

-No creía en la Unión, pero era lo mejor que la vida podia ofrecerme. Aunque siempre tuve buenas notas en la escuela, el golpear a mi profesor de educación media el día de graduación me cerro las posibilidades de ir a la Universidad becado. La Academia por su parte era accesible casi para cualquiera, y alguien como yo era util.

Frunció el ceño mientras recordaba con cierta nostalgia.

-Habían días buenos y malos. Cuando era policía (antes del impacto) solo mate a un tipo, y fue por error. Prefería mandarlos al Hospital luego de una buena tunda.- Dijo sonriendo.

Scott bostezo un momento. Luego comenzo a buscar algo en su mochila.

-No era un trabajo malo, y como te dije era lo mejor que podía tener. No me faltaba dinero ni para cerveza ni para alimentar al gato. Golpeaba a tipos regularmente y a las chicas les encantaba el uniforme.

Saco su hacha y dejo un tarro de piña en el suelo. Lo abrió con un corte preciso. Guardo el hacha.

-No van a crecer nada comiendo dulces.- Dijo mientras sacaba un trozo de piña del tarro y se lo comía. -Tomen, si quieren ser tan fuertes y guapos como yo les recomiendo empezar a comer fruta.- Dijo estirando el tarro a los chicos para que lo compartieran con él.

Matias cogió un pedazo de piña que devoro, hacia tiempo no sentía algo dulce en su boca.
-ah eso!, unos helicópteros aparecieron en la mañana, con Lorena salimos a verlos-exclamó mientras masticaba.
-parece que vienen a buscar a los soldados malos y a la gente del gimnasio-dijo mientras sacaba otra rodaja.
-cuando crezca seré policía como el señor Sean, o quizás seré el jefe supremo del mundo como el Sabio-dijo sonriendo.

Era eso lo que había escuchado.

-¿Viste de que color o modelo eran? ¿Algún distintivo en especial?- Dijo preocupado por lo que escuchaba. Quizá los datos del chico podrían ayudarle a saber que unidad militar operaba en el lugar. Saber a quien se enfrentaba.

Le quito el tarro a Matias y se lo extendió a Lorena.

-Come niña. No dejemos que el glotón de Matias lo coma todo.- Exclamo serio y miro feo a Matias.

Zamarreo la cabeza del chico.

-Un policía como Sean jajaja. Seguro se alegraría de escuchar eso.- Dijo riendo alegremente por lo dicho por el chico. -Ahora, si terminas siendo el nuevo Sabio, al menos trata de hacer mejor el trabajo que él.-Agrego, bastante serio. ¿Y por que no aquel chico podía ser el nuevo líder mundial?. El destino era incierto.

-negros...y con el escudo al centro, los mismos que vinieron a dejar a los militares-contesto el chico ordenándose de nuevo el cabello.
Lorena se acerco sacando un poco de piña en una actitud tímida, comió con una sonrisa y sin decir nada volvió a lo suyo.
-sí, haré un mundo perfecto-contesto enseguida fijando la vista en la herramienta que sostenía.
-lo primero que haré será mandar a matar a James-agregó serio.

Spoiler:

Scott se quedo pensando en la descripción dada por el chico. Algo distraido siguio escuchando lo que hablaba, hasta que finalmente dijo aquello sobre James.

-Jajajaja.- Ríe Scott abiertamente ante el ultimo comentario de Matias. Había que darle crédito al mocoso, el también había tenido ganas de lastimar a ese sujeto.

-No digas tonterías chico. No vas a matar a un tipo tan débil como ese solo porque tu hermana tenga mal gusto. Además, ¿Que gracia tendría?. Debes buscar siempre oponentes más fuertes que tu, de otro modo todo sale muy fácil, te volverás vago y finalmente débil.- Dijo recibiendo el tarro, masticando una rodaja y finalmente dejándole las ultimas a Matias que parecía más hambriento.

-Por ejemplo yo. Voy a matar a ese monstruo negro que anda ahi afuera.- Comento con seguridad, en un tono más oscuro que el cordial que había usado hasta ahora.

No eran los mejores consejos para un niño, y quizás Scott era la peor influencia que podían tener entre todos los que los rodeaban. Pero, por algún extraño motivo, los chicos habían preferido su compañía por el momento.

Spoiler:

-la gracia de apartarlo de ella-contesto algo molesto, aunque en el se veía mas como una niñería que un real sentimiento.
-esto es personal, entre él y yo, Rita debe quedarse conmigo y con nadie mas-murmuro desviando la mirada.

Luego tras unos minutos la regreso mirando con sorpresa a Scott.
-ayer viste a los gigantes cruzando la ciudad, me hicieron sangrar...pienso que matarlos a ellos debe ser mas dificil que a esa cosa que dices, hay muchas cosas raras dando vueltas-concluyó frunciendo el ceño.
-como la anciana que quería mis dientes, da mucho miedo-señaló serio.

Scott sonrió, haciendo un gesto brusco con la mano.

-Bueno, si tu lo dices chico. No es mi asunto si matas a ese inútil de James. De todos modos deberías hablar con tu hermana, si te molesta la situación.

Escucho con preocupación lo relatado por el chico.

-¿Gigantes?- No sabia si reírse o preocuparse. Ya después de ver a la Mancha cualquier cosa era posible, pero gigantes, eso era probablemente una alucinación. -No, no los he visto.

Spoiler:

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-Si, pasaron retumbando todo, movieron los cables de los postes, junto con ese ruido raro...pero solo Lorena y yo lo vimos, después me volvió la fiebre-exclamó el chico como si nada.
a tiempo que seguía tomando trozos de yeso aventandolos contra a pared.

Spoiler:

Medito un momento más lo dicho por el chico. Luego de improvisto comenzo a moverse.

-Mmm es extraño lo que dicen.- Scott comenzo a guardar sus cosas dentro de su mochila con aire distraido, parecía que pronto iba a partir.

Matias miro de reojo a Scott sin detenerse, parecía pensativo. Sabia que Scott se iría por la conversación entre Ana y Ayleen.
-suerte-se limitó a decir.

Lorena por otro lado saco de su bolsillo un dulce de fresa, estiró su mano para entregárselo, de pronto algo pareció llamarle la atención, sus pupilas se dilataron ligeramente para salir corriendo de regreso al cuarto subterráneo.

Matias también volteo rápido.
-enserio?, ah! espérame-exclamó yendo también junto Lorena y dejando solo a Scott.