[Pueblo de Ozrlak]Despertar[restringido]

Vladimir dio un par de pestañeos antes de notar que se encontraba frente a la iglesia, con la diferencia que todo el lugar estaba cubierto de espesa nieve y de cuerpos congelados tirados por doquier, el Tótem había caído, la fiesta muerto literalmente y al parecer era de dia.
Las manos del agente estaban congeladas y su cuerpo saltaba solo, era como si hubiese despertado de un sueño.
Su reloj mostraba que era el dia 25 de marzo, 15:00 hrs.
El doctor no se veía por ningún sitio.

comencé a reír estúpidamente como si el mal sueño hubiese pasado del todo, toque la nieve y el dolor que sentía en todo mi cuerpo me hacía sentir hasta cierto punto feliz, era un mundo feo, pero era un mundo que podía predecir y explicar.

Voltee viendo el campanario ¿y el doc?, no debía tentar mi mente, incluso era posible que el doc hubiese sido otras de mis alucinaciones, fruto de mi deseo interior por tener a mi lado a un hombre de ciencia que pudiese explicar lo que estaba pasando.

De todas formas estaba sorprendido, revise el lugar y decidí entrar en el campanario, al tiempo que metía mi mano en el bolsillo viendo si tenía el medallón que había sacado de los dedos fríos del sacerdote.

El medallon estaba en las manos del agente, aunque el cuerpo del cura no estaba en la iglesia, en cambio era el doctor que yacía boca arriba con los ojos en blanco, tenia reflejos de vomito un liquido insípido como agua entintada, al acercase Vladimir pudo notar que Kaufman comenzaba a volver en si.

Me acerque al medico observándolo de cerca, al parecer aún estaba alucinando, no sabía exactamente que debía hacer, pero atine a lo más sencillo, como si fuese una tele vieja le di unos fuertes palmazos en el rostro esperando que saliese del trauma en el que estaba sumido.

-Despierte Doc, ya pasó, las alucinaciones terminaron, este lugar debe estar muy contaminado, será mejor que nos marchemos cuanto antes.

El médico no parecía estar en muy buenas condiciones. Entornó los ojos, intentando que la luz no le dañara, y se llevó una mano a la boca, notando lo que allí tenía. Entonces, abrió los ojos de par en par, aterrado, separándose rápidamente de Vladimir y rehuyendo como si fuera la peste todo contacto que este pudiera establecer con él.

-No me toque! ¡No me toque!

Cuando se recuperó un tanto, volvió a su estado habitual, aunque un tanto más aplatanado. El humor que hubiera podido tener había desaparecido gradualmente, y ahora mismo no se encontraba muy bien... aunque, por cómo comenzó a ponerse sobre las manos guantes de látex, y sacaba una mascarilla para tenerla a mano, no estaba loco del todo.

-No ze qué ha pazado... pero me ha cogido. Zupongo que zea lo que zea lo que hay ahí fuera, lo he cogido. Voy a acabar volviéndome tan loco como toda eza gente, ¿no? -dijo apesadumbrado, derrotado; resultaba extraño que pudiera continuar, y más que continuara diciendo- Pero ahora no puedo parar. No. No quedan muchoz médicoz ahí fuera. Tengo que ezcribirlo, aunque zea.

Ea algo estúpido... ¿o no? Conforme más lo pensaba, menos estúpido le parecía. Sí, necesitaba buscar a alguien a quien enseñarle. Un pupilo. Por si acaso. Ya se había acabado los tiempos en los que el saber era un derecho... ahora sería un privilegio. No, más que eso, sería como magia. ¿De verdad quería vivir en un mundo así? Claro que, con la infección de lo que fuera, igual esa decisión no estaba en sus manos.

-Vámonoz. Y procure no entrar en contacto conmigo zin ponerze protección. Por zu propio bien... zolo por zi acazo.

-Nada ha entrado en usted, esta desvariando, nada de eso es real.

Es la contaminación, si quiere saber la verdad, todos estamos contaminados, Yo, usted, Krustoff, Héctor y en especial Lila- dije con una mueca en mi rostro que parecía hasta cierto punto siniestra, rescatando en especial mi rostro blanco debido al frío, sucio debido a la nieve y el barro, así como ojeroso debido a las pocas horas de sueño.

-Cuando encontré a Krustoff hace...- dije pensando como si por poco no pudiese recordar cuanto tiempo había pasado -Cuando me encontré a Krustoff hace dos días lo tenían amarrado en un cuarto los militares, su informe médico relataba y constataba su estado, más en prisión y aislamiento comenzó a mejorar, cuando escapamos su estado era casi perfecto, casi, porque esta enfermedad no tiene cura doctor.

Lila apareció después, junto a una compañera llamada Salma que parecía ser la cabeza del grupo constituído por ellas dos, Lila balbuceaba todo el día incoherencias y hasta cierto punto podía ser considerada una enferma grave. Salma por su parte se veía mejor, pero su violencia y una clara imprudencia al actuar me demostraban claramente que también estaba muy contaminada. Ambas estaban encerradas en el pabellón de los enfermos peligrosos de donde lograron escapar de algún modo.

Pero una vez libres y mientras más nos alejábamos del refugio comenzamos a mejorar, no se que sea exactamente esta enfermedad doctor, pero se que no es constante y parece ser reversible hasta cierto punto.

Si me pregunta que creo... creo que esta ciudad tiene algo malo, nos esta volviendo locos y si no salimos de aquí termináremos atrapados, soñando hasta morir de frío. Debemos seguir escapando, cuando nos alejemos de la ciudad, estoy seguro... mejoraremos...

Cuando terminé de hablar me levante nuevamente guardando el arma, poder decir todo aquello me había tranquilizado, a algunos les encantaba encontrarse con un mundo lleno de misterios y cosas por descubrir, pero yo soy diferente, lo desconocido nunca es bueno, sería mejor destruir aquella romántica imagen antes de descubrir en el fondo con que demoníacas fuerzas estamos jugando. En última instancia como siempre, la ignorancia era el manjar de los dichosos, pero ya no era un niño, debía mancharme de sabiduría para sobrevivir a esto, a veces desearía, desearía que las cosas fuesen más fáciles, con la Unión era así, no habían dudas en el mundo.

Un poco espantado toque mi bolsillo para ver si sentía aquel pequeño aparato que me aseguraba que encontraríamos ayuda en Cyara, como podía seguir avanzando si no era capaz de distinguir la realidad de la fantasia.

Al salir de la ciudad los hombres notaron que el vehículo de Hector ya no estaba, Lila tampoco parecía estar en ningún lado, pero si tanto el doctor como el agente pudieron ver a Krustoff sentado sobre un tronco, cerca de donde se encontraban antes los autos.
Al sentir los pasos el militar volteo nervioso mientras sostenía una rama.
-ALTO AHI, IDENTIFIQUENSE-exclamó mirando seriamente, se veía mas pálido de lo normal y el cuerpo le saltaba, al notar de que se trataba de Vladimir y Kenny bajo la rama.
-Se fueron, ellos se fueron...cuando se congelo el tiempo, no nos esperaron, ha pasado un dia y sin embargo solo fue una noche-dijo volviendo a sentarse.
-Deberíamos buscar un auto en la ciudad, pero no quiero entrar de nuevo a ella-murmuro con vista vacía hacia el frente.

Bien, pues era un alivio. Excepto por lo del vómito de agua oscura. Pero si todo es verdad... pues, oye, no es algo muy tranquilizador. Todos estamos condenados de buenas a primeras.

-¿En zerio? Vaya, ziento lo de antez... no tenía ni idea -dijo, ladeando la cabeza- Claro que ezo no noz zitúa en una buena pozición, que digamoz. Loz que zobrevivimoz eztamoz infectadoz, ¿no?

¿El aislamiento mitigaba la infección? Hmmm... tendría que investigarlo. Si sobrevivía. Porque la cosa seguía vigente por el mismo camino de antes. Quizá no se corrompiese (quizá), pero podía volverse loco por aquella especie de Kreutzfeld-Jakob místico que flotaba en el ambiente. Parecía ser el virus más complejo de la historia; tanto, que olía a prefabricado desde un kilómetro. Y, mientras pensaba en esto, llegaron hasta el coche. Por fin. larguémonos de aquí.

-ALTO AHI, IDENTIFIQUENSE

-Zomoz K...

Y luego el resto, sin dejarle contestar. No se le veía bien. Qué mierda, para ser sinceros, casi no se le veía. Se movía como un condenado, uno con párkinson para más señas, y su estado mental parecía inestable. Menos mal que no llevaba el rifle.

-Creo que deberíamoz marcharnoz de aquí cuanto antez, llevemoz coche o no. Zi lo que dice Vladimir ez cierto (y nada parece indicar que no lo zea), deberíamoz largarnoz ya.

Citación :

-Loz que zobrevivimoz eztamoz infectadoz, ¿no?

-En verdad no lo se, pero tu y yo lo estamos sin lugar a dudas- dije con una sonrisa irritante, no era cómico, como podía causarme gracia, es que por un momento se me cruzó por la cabeza la idea de que daba exactamente lo mismo. No, no quiero volver a pensar algo tan estúpido, hay que salir de aquí cuanto antes, nos están esperando en Cyara.

Krustoff escribió:

Al sentir los pasos el militar volteo nervioso mientras sostenía una rama.
-ALTO AHI, IDENTIFIQUENSE-exclamó mirando seriamente, se veía mas pálido de lo normal y el cuerpo le saltaba, al notar de que se trataba de Vladimir y Kenny bajo la rama.
-Se fueron, ellos se fueron...cuando se congelo el tiempo, no nos esperaron, ha pasado un dia y sin embargo solo fue una noche-dijo volviendo a sentarse.

En aquel momento grité con fuerza mientras pateaba la nieve a mi alrededor -Pedazos de mierda, los voy a matar con mis propias manos, hijos de la gran ...., Héctor te mataré, te arrancaré la cabeza lo juro...!!!- mientras realizaba aquel escándalo caí rendido en el piso de espaldas...

Krustoff escribió:

-Deberíamos buscar un auto en la ciudad, pero no quiero entrar de nuevo a ella-murmuro con vista vacía hacia el frente.

Kenny, el Doc escribió:

-Creo que deberíamoz marcharnoz de aquí cuanto antez, llevemoz coche o no. Zi lo que dice Vladimir ez cierto (y nada parece indicar que no lo zea), deberíamoz largarnoz ya.

-No me vengas con eso marica, entráremos allá subiremos al auto y nos marcháremos en lo que se consume un fósforo, hay cosas peores que el episodio de psicosis que acabamos de sufrir y entre ellas esta atravesar a pie este desierto blanco en medio de la noche.

Mis nervios estaban por reventar, de Héctor me podría haber esperado cualquier traición y de Lila no me esperaba nada, pero no soy un simple estúpido militar, nadie se reía de mi en mis narices, nadie... Observé las huellas del auto en la nieve, de seguro habrían de seguir hacía el sur, esto no se quedaría así.

Héctor miro a Vladimir con una sonrisa de malicia, dio un suspiro mirando el cielo rojizo, aquel que acongojaba el alma de un solo vistazo, el militar observo el reloj de su muñeca.
-No es de noche, 15:50 pm del dia 26 de marzo-exclamó Javier avanzando hacia el doctor y Vladimir.
-No culpes a Héctor, no nos iba a quedar esperando tanto tiempo, no es estúpido-señaló serio mirando con cautela la entrada de aquel pueblo infernal
-Vayamos busquemos un auto y larguémonos, Cyara debe estar a unas 5 horas de viaje-exclamo irritado, sosteniendo aún la rama.

¿Para ser cuerdo había que estar como ese tipo? Puej... casi estaba mejor psicótico perdido. No, no es verdad, es una comparación metafórica, pero seguro que lo entendéis.

-...como tú digaz.

Parecía que el Doc ya estaba sano y salvo. El sentido de "racionalización cínica" había vuelto a ser lo que debía ser, y el buen Dr. Kaufmann volvía a su habitual estado ceñudo a la par que, en cierta manera, bondadoso. No preguntéis cómo puede darse esa dicotomía, pero se puede.

-No culpes a Héctor, no nos iba a quedar esperando tanto tiempo, no es estúpido

-No ze... ¿te haz planteado que quizáz confundíz "eztupidez" con "humanidad"? Dezde luego, loz militarez zoiz la hoztia.

Pues eso, larguémonos. Menudos compañeros de viaje. Y eso que Vladimir le acababa de salvra la vida... bueno, creo. Un similar. le había salvado una vida onírica, que venía a ser lo mismo. ¿Una alucinación colectiva? Seguro. Y una que deja huellas de su paso como instrumental médico, ya es para cagarse. Pero mira, así fueran todos los sueños que tuviera... por lo menos podría hacer algo más que esperar la muerte.

Las palabras de Krustoff no hicieron más que provocarme una mueca de desagrado mientras les daba la espalda y volvía a internarme en la ciudad.

-De todas formas es un cobarde y nos dejo abandonados...- me detuve a unos pasos -Pero la culpa es mía, jamás tuve que haber confiado en él, sabía que nos traicionaría tarde o temprano, nada más... esperaba que no lo hiciera tan rápido.

Rápidamente comencé a divisar entre las calles si habían autos que pudiesen servirnos.

Les crearé el siguiente tema, y les enviaré el Mp con el link.