[Gimnasio Municipal] Refugio Ciudadano [abierto]

La historia había sido divertida para la pequeña Lorena la que aplaudió y sonrío encantada, aún así algo aburrida se levanto para tirarse de espaldas a un colchón cercano, en donde comenzó a saltar juguetonamente, haciendo bastante ruido. La gente alrededor parecían contagiarse del entusiasmo de la niña, otros mas bien parecían molestos, dado que querían dormir.
Matias se dejo abrazar por su hermana, era difícil imaginar lo que pasaba por la mente del niño en aquel momento, dado que era reservado, de pronto una gota de sangre pareció caer, Matias la cogió a tiempo de no macar la ropa apretadose la nariz.
Cuando soltó su mano ya habia parado, dio un suspiro agotado, la fiebre regresaba.
-tengo sueño Rita, vayamos a dormir...preguntemosle al señor Sean si podemos regresar-murmuro.

-...Ajá...- dijo advirtiendo la mano en la nariz del niño. Le miró preocupada, mientras posaba la mano sobre la frente de Matías -Mañana te vera el doctor...- agregó sacando la mano, y levantandoce.
Se acercó a Lorena, y le invito a que fueran donde Sean, esperó que la niña tomara su mano.

-Que duermas bien James, nos vemos mañana...- dijo besando la mejilla del escritor.

La pequeña muda dio un salto del colchón despidiéndose de James con un gesto de su manita, enseguida corrió rápidamente hacia el doctor, quien parecía conversar con unos de los militares.
El hermano de Rita asintió a su hermana.
-si, no te preocupes...buenas noches señor James-exclamó antes de volver.

Que duerman -El escritor les dedico una cansada sonrisa, y cuando los 3 desaparecieron entre el bosque de colchonetas, el escritor cayo profundamente dormido.

Viendo que la niña corría hacia donde el doctor, le siguió.

-Lorena tiene una energía envidiable...- dijo mientras caminaba con Matías de la mano.

Esperaba tomarla en brazos y llevarla devuelta a la colchoneta, para por fin darle fin a ese largo día.

Al tomar la niña, esta pareció algo enfadada, era como que quería decirle algo doctor. Finalmente Rita pudo mas.

-Vamos a dormir niños, es tarde, y... Ahhhh...- un bostezo interrumpió su discurso.
-Uf... mañana podras jugar Lore, ahora nos vamos a nuestras comodas colchonetas...- dijo caminando hacia ellas.