Mision grupo B (Ricardo-Scott)

Ricardo guardó la foto y las llaves y cerró el cajón. Dio una rápida vuelta a la oficina pero nada más parecía llamarle la atención.

- Tomemos el camino hacia los estacionamientos, tal vez contemos con algo de suerte - Dijo a Raúl mientras se encaminaba sin pensarlo por un pasillo que seguramente había recorrido antes. Al llegar a la esquina vio una puerta blanca con una señal bastante maltrecha. C--ET-RÍA leía.

- ¡Bien! - exclamó - Mi lugar favorito de este laboratorio aun está accesible, quizás no recuerde mi día a día en mi trabajo, pero si recuerdo la cafetería.

Abrió la puerta y ambos entraron a la cafetería, estaba aun peor que la oficina de Ricardo, pero en la esquina se divisaba la maquina de café intacta como si la hubieran sacado de un museo. Ricardo tomó un par de vasos plásticos que venían convenientemente sellados dentro de una bolsa plástica y se dirigió a la máquina de café.

- ¡Se sirve un cafecito? - Preguntó sonriendo.

-No estaría mal-contestó el técnico mientras se sentaba en una de las sillas buenas.

La máquina de café hizo algo de ruido antes de funcionar, la leche estaba agria así que solo seria un café puro, tampoco había azúcar a la vista, pero al menos estaba caliente.

De pronto un gran temblor se escuchó remeciendo toda la estructura.

- Mier!... coles - Exclamó Ricardo - será mejor que nos vayamos luego antes de que ya no quede laboratorio que explorar.

El ex informático tomo el vaso con café y lo bebió rápidamente con un gesto de asco, el técnico hizo lo mismo. Raúl salió primero y Ricardo lo seguía cuando escuchó un extraño ruido saliendo de la maquina de café. Hubo un sonido metálico, luego un click y luego la cabeza de un pequeño ratón se asomó por el mismo agujero por donde había salido el café.

- AAARGH! espero que el bicho no se haya bañado en mi café... ¡aaargh! -

Tras un momento salió y siguió a Raúl por el pasillo.

- Anfitrión, guíanos por el camino hacia mi estacionamiento privado -

-Ppor aqui se-señor-exclamó la maquina reflejando un destello azulado por la esquina superior de la pared, de forma de guiar a los hombres entre los pasillos y ruinas.

En algunas ocasiones el pasillo se resquebrajaba y no había que seguir, pero solo bastaba examinar para volver encontrar la luminiscencia a continuación, así fue como los hombres llegaron finalmente al estacionamiento privado, tras pasar gateando por un estrecho agujero que antes era una gran puerta.

En el estacionamiento habían cuatro vehículos, Ricardo reconoció el suyo enseguida, era un automóvil blanco, nada ostentoso pero de buen motor.

Raúl miró a su alrededor avanzando para mover la puerta del estacionamiento de forma manual, dado que el botón chispeaba.
Si bien se deslizó noto enseguida que la estructura se había inclinado y destrozado tal que solo podría sacarse el auto realizándose un peligroso salto con él.
-espero que seas buen conductor Rircardo-exclamó algo incrédulo el hombre.
-Anfitrión, por favor trae hacia aca a Eva y Scott, necesitamos reunirnos-agregó sobándose la nuca.

-pr...eso es imposible, el señor Scott y Eva han quedado incapacitados permanentemente, tras la caida del elevador al sotano...mis condolencias-

- ¿Incapacitados permanentemente? es decir... ¿muertos?, esto es terrible - dijo Ricardo asombrado.
De su bolsillo sacó la llave del auto y desactivó la alarma, la que hizo un sonido apagado y entrecortado.

- Entonces Raúl, ¿nos vamos o nos quedamos? No creo que sea conveniente dejar a los muchachos así como así, no hasta ver sus cuerpos... quizás aun estén con vida -

Raul se encogió de hombros.
-es una lástima, la enfermera era bastante útil-dijo con seriedad mirando hacia la puerta.
-pero si nos quedamos a buscar podemos arriesgar perder todo, si el otro grupo se va...al menos tenemos un auto, tendríamos que seguir solo nosotros-agregó limpiando los lentes cuando de pronto se escucho un grito de mujer seguido de un estruendo, era Eva.
No solo era eso, Ricardo volvió a sintonizar aquel silbido extraño e intenso que molestaba los oidos, las luces comenzaron a pestañar y un gutural rugido estremeció el lugar fuertemente.

-Intruso, un intruso en el laboratorio, intruso...protocolo de emergencia accio...accio accionando dodododododo.....protocolo de emerermgencia acitvando do dose, sustancia tóxica-ca desconocidada....da-

Raul miró a Ricardo asustado, corriendo hacia el auto.
-Vamonos, vamonos-grito alterado.

Spoiler:

- No podemos irnos sin ver que sucede - Dijo firme Ricardo

El miembro 'Ricardo Vichy' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar dados

'Dado 10' : 8, 1, 3

Sólo un paso y Ricardo sintió un profundo miedo que le impedía seguir, era un terror que volcó su corazón dificultándole la respiración, mientras que los latidos se disparaban cada vez mas rápido.
Puedes optar lanzar concentración si e todas formas quieres ir.

- Maldita sea - Exclamó Ricardo mientras juntaba coraje para continuar.

El miembro 'Ricardo Vichy' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar dados

'Dado 10' : 9, 6, 2, 1

EL horrible sonido de alta frecuencia que se escuchaba en el aire junto con el temblor que sacudía el edificio fueron demasiado para Ricardo. El quería ayudar pero su cuerpo no respondía, sentía los gritos de Eva pero no pudo ir en su ayuda, pensaba en aquel sujeto austero que se había ofrecido a ayudarles.

- Lo siento, queda en tus manos ahora muchacho - Dijo mientras caminaba de vuelta al auto. Subió en el rápidamente y Raúl lo siguió sentándose en el asiento del copiloto.
- ¿Eres un hombre religioso Raúl? - dijo mirando a su copiloto - Si lo eres reza por nosotros... y abróchate el cinturón de seguridad... aquí vamos -

El miembro 'Ricardo Vichy' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar dados

'Dado 10' : 1, 10, 9, 10

Raul miro asustado a Ricardo abrochándose el cinturón de seguridad, trago algo de saliva apretando los ojos.
-vamos, hazlo rápido-exclamó con nervios.

El automóvil se encendió dando una vuelta para quedar en posición, el salto era peligroso.
Hubo un impas de silencio antes que Ricardo acelerara justo a tiempo para saltar por la especie de rampa atravesando la abertura para llegar al otro lado, el aterrizaje fue brusco y casi se le va el volante de las manos, pero ya en el exterior, podía verse que el peligroso salto había sido un éxito.

El técnico dio un suspiro que le salio del alma, afuera ya estaba oscuro, era mejor volver lo antes posible.

- Ja! - Dijo Ricardo orgulloso de si mismo - es como andar en bicicleta, supongo que uno no se olvida -

Ricardo condujo el auto de vuelta por el camino que habían seguido antes a pié. El cementerio pronto aparecería a la vista.