[Cementerio]Punto de encuentro[restringido]

El lugar era sombrío y lúgubre pero no mas que el resto de la ciudad, las antiguas tumbas congeladas adornaban bellamente el jardín del descanso, con estatuas de ángeles y símbolos religiosos por doquier, también habían edificaciones de nichos destruidas por el temblor, con cuidado incluso podía notarse algunas tumbas al intemperie, aunque esto no quitaba el ambiente de paz y solemnidad que rodea el sector.
En la entrada del cementerio se encuentra una gran fuente, ahora sin agua, algunas casetas que antes parecían ser de los puestos de floristas. Mas allá el portón de fierro y la entrada propiamente tal.

Anna fue la primera en llegar, a su lado venia Matias quien esperaba reencontrarse con su hermana, si bien la mujer intentó dejarlo en el refugio este se rehusó a obedecer y finalmente le gano la paciencia. Con ellos venian Ayleen y Lalo.

La regordeta mujer avanzó hacia la fuente congelada mirando a su alrededor para ver atisbes o rastros de que otra persona se encontraba en el lugar, dio un suspiro mirando al grupo.
-que tranquilidad se respira aquí-confesó.

Entonces llego un desconocido. Era un hombre de apariencia joven, pareciendo atlético bajo las incomodas ropas para el frió. Su presencia no era de lo mejor, pues varios torniquetes improvisados eran visibles en su brazo y hombro izquierdo, así como una tela en forma de venda en su frente.

El desconocido traía a alguien al hombro, que posiblemente ellos conocieran: El viejo policía Sean. Parecía en muy mal estado, y sostenía como podía una caja en sus manos. A pesar de ello, aun parecía consiente.

-Llegamos viejo.- Dijo el hombre elevando la voz, sin delicadeza, pero dejando con cuidado al herido en el piso. Luego tomo la caja.

Scott dio una primera mirada a quienes se reunían ahí. Estaba la gorda que hablase con el chico antes, el mismo chico, y dos desconocidos, hombre y mujer.

Se dirigió al chico, sin prestar atención a los otros.

-Hey chico, veo que sigues vivo. Sean ya esta acá, tu hermana no, prefirió mejor compañía. Pero hasta hace algunas horas seguía viva.

Hablo al muchacho como quien habla a un adulto, sin mínima delicadeza.

-¿Donde esta la chica Enano?- Pregunto mirando a Matias con rostro severo. Preguntaba por la niña.

Anna vio acercarse a Scott con recelo, luego al verlo mas de cerca se sintió mas tranquila, dado que no parecía una amenaza, doble fue su sorpresa al ver al hombre herido sobre su espalda.
-SEAN??-exclamó con una sonrisa de alegría corriendo hacia el ex-policia quien apenas respondía.
El niño esbozo una sonrisa tímida, buscando con la mirada a Rita, expectación que desapareció con las palabras de Scott.
-ella no vino?, pero dijiste que la traerías, el doctor lo prometió-exclamó desilusionado para luego apretar sus puños, como si varios pensamientos recorrieran su mente.
Finalmente volvió en si ante la última pregunta de Scott, aún ensimismado miro de reojo al ex policia.
-esta con su papá...en el refugio-murmuro, alejándose del grupo para sentarse en la fuente.

Anna vio todo aquello con cierta extrañeza, junto con ver el estado de Sean.
-quien eres?-preguntó cordial como intentar reconocerlo del gimnasio.
-fuiste tu quien saco a Sean?, y el doctor?-exclamó sin encontrar las palabras adecuadas.

Veo a estos dos sujetos que llegaron, a uno lo reconocia del gimnasio, al más mal herido, pero al otro jamas lo habia visto, guarde silencio esperando a ver que sucedia

Scott se llevo una mano hacia la cabeza, donde estaba la venda. Parecia dolerle la cabeza, aunque más que las heridas, eran tantas palabras y preguntas.

-Tranquilo chico, tu hermana anda con un inútil que seguramente va a protegerla. Te andan buscando, así que seguramente vendrán aca.

Entonces hablo la mujer. No le simpatizaban ese tipo de mujeres, aun cuando fuese todo un prejuicio. El era muy prejuicioso.

-Scott.- Dijo, dando un nombre. -Nos separamos del Doc y Evita, ellos fueron por los niños, pero parece que los críos se mandan solos.- Mirada severa a Matias. -Seguramente llegaran aca.

Ya, basta de explicaciones. Estaba definitivamente cabreado de todos ellos.

-En fin, me avisan cuando la fiesta comience, ya me enferman.- Dijo sosteniendo la caja con firmesa y disponiendose a partir.

Dicho eso comenzo a caminar buscando un lugar algo apartado donde sentarse. Quería escuchar, pero no que le hablaran.

¿Quien le hecho plomo al desayuno de ese tipo? digo en voz baja para la gente de alrededor

Bueno Anna, esperamos a alguien mas o debemos hacer algo? porque si no es asi mejor nos devolvemos al refugio

Hola, yo me llamo Aileen.- Saludó ellá detrás de Lalo.- ¿Va a venir el Doctor y la mujer esa aquí? Quizá los podamos esperar y volver todos juntos al refugio.- Respondió mirando a Scott algo preocupada por la actitud de aquel hombre.

Scott escribió:

-Tranquilo chico, tu hermana anda con un inútil que seguramente va a protegerla. Te andan buscando, así que seguramente vendrán aca.

El chico asintió en silencio, estaba callado y se mantenía así, sabia de quien se trataba y eso le molestaba, era el escritor que le estaba robando a su hermana, aquel tipo que la había acompañado al baño a media noche. Estaba molesto pero no parecía manifestarlo abiertamente.

Scott escribió:

Entonces hablo la mujer. No le simpatizaban ese tipo de mujeres, aun cuando fuese todo un prejuicio. El era muy prejuicioso.
-Scott.- Dijo, dando un nombre. -Nos separamos del Doc y Evita, ellos fueron por los niños, pero parece que los críos se mandan solos.- Mirada severa a Matias. -Seguramente llegaran aca.

-debimos irnos...una anciana quería matarnos-murmuro el niño abrazándose las piernas, sentado al borde de la fuente.
-Ya veo-exclamo Anna respondiendo a Scott, se tomó el mentón reflexiva, el frío encrudecía, al igual que el viento, cada vez era menos seguro continuar allí.

Scott escribió:

-En fin, me avisan cuando la fiesta comience, ya me enferman.- Dijo sosteniendo la caja con firmesa y disponiendose a partir.

Ante esto Anna abrió los ojos algo sorprendida, pero luego una sonrisa apareció ante el comentario de lalo.

Lalo escribió:

Bueno Anna, esperamos a alguien mas o debemos hacer algo? porque si no es asi mejor nos devolvemos al refugio

-Esperemos un poco al doctor y a esa mujer, también falta la hermana de Matias y el escritor-contestó mirando a Sean.
-Ayleen tiene razón-agregó.

Aileen se pegó más a Anna para darse un poco de calor mutuo, al fin al cabo cada noche parecía más fría que la anterior y siempre se llevaba mejor de ese modo. No habló, pues se sentía un poco violenta con aquel extraño, sin embargo, estar con Anna y Lalo la ayudaba a sentirse mejor.

Tenía ganas de ver a los otros supervivientes, quizá con un poco de suerte reconociese a aguien más de los del gimnasio.

Esta bien...esperemos entonces me quedo de pie con los brazos cruzados observando al sujeto que se habia apartado del grupo, Scott parecia llamarse

-Jajajajaja- Una sonora carcajada se escucho del otro lado.

Observo desde donde estaba, mientras de la caja sacaba un poco de tocino. Mastico y trago.

-Cariño.- Dijo respondiendo claramente a la chica que se identificase como Aileen. -No seria una buena idea volver al refugio de la Unión, salvo que deseen tratar con dementes armados.

Hizo una seña con la mano, poco amistosa. Podia interpretarse como "vayanse al diablo".

-En fin, hagan lo que se les plazca. Pero si quieren sobrevivir, lo mejor es que trabajen con quienes confían. Esa mierda de la Unión ya esta obsoleta.

El hombre bostezo. Miro nuevamente a la tal Aileen desde donde estaba.

-Seguramente el Doc y Evita vienen en camino. Dentro de la velocidad posible para unas tortugas como ellos.

Ana se interpuso a la mirada de Scott a Ayleen, se tomo la cintura con cara contenidamente molesta, mas que mal era de esas personas que costaba enojar, pero que no podian evitarlo si alguien era irrespetuoso con el grupo, y mas con Ayleen con quien se habia ya encariñado.
-se refiere a otro refugio desde luego Scott-dijo de forma severa.
-no creo que nadie piense siquiera en regresar al gimnasio, quizas debieras atender mejor a nuestras palabras, desde tan lejos es lògico que escuches mal-señaló ya mas afable, para mirar a Lalo con preocupación.
-El señor Morgan esta mal, quizas debieramos llevarlo a la iglesia...estamos colocando su vida en peligro...ha perdido la conciencia-termio de decir.
Matias observo de reojo al ex jefe de policia, acercandose para colocarse a su lado, conocia a Sean, el lo habia cuidado cuando estaba enfermo, en la colchoneta de al lado.
Miro a Anna haciendo una mueca de indesición, quizas finalmente terminarian por irse sin Rita.
-tenemos que esperar...un poco mas, por favor aguante señor Sean-susurro el niño al moribundo.

Yo me lo podria llevar al refugio mientras ustedes esperan aqui, aunque no me da demasiada confianza dejar a dos mujeres y a un niño solos con ese weon de alla refiriendome a Scott

FDJ: A que distancia esta este punto del refugio?

Spoiler:

-es un riesgo que tomar Lalo, de todas formas estoy segura que podremos arreglárnosla bien-dijo con optimismo mientras apartaba a matias del enfermo.
-es mejor no perturbarlo-agregó, para luego mirar a Scott.
-¿cuales son tus planes?-preguntó de forma directa.
-¿vendrás con nosotros o te iras por tu cuenta?-recalco esperando que Scott decidiera, dada la negativa y la burlesca actitud que había tomado.

Con que otro refugio, si, realmente esta vez había hablado de más. Tampoco que le importase.

-Ohhhh perdón- Dijo irónicamente ante las primeras palabras de Anna.

Scott se acerco al grupo nuevamente. Sostenía con firmeza la caja con su "botín".

Observo con una sonrisa irónica y desafiante a Lalo.

-¿Y crees que podrías defenderlas de mi Barbitas?

Hizo un gesto de negación con el brazo.

-Ya les dije, me importa un comino lo que hagan. Si quieren vayanse, yo me quedo. Aun tiene que volver el Doc, uds no podrán hacer nada por el Perro Sean.

Se encogió de hombros.

-Pueden quedar tranquilos, no tengo intenciones de refugiarme junto a uds. Tanta gente junta seria muy fácil de rastrear para los soldados, buscare mi propio agujero por ahí. Si los atrapan como pienso que lo harán, no quiero que me atrapen a mi.

Un plan, hace mucho no sentía la necesidad de uno. Que plan necesitabas cuando lo único que te motivaba era seguir vivo otro día.

-¿Planes? Ninguno. No es este un mundo donde los necesites.- Dijo esta vez sin su típica agresividad, casi como si aquello surgiese de algún perdido filosofo dentro de tanta hijoputez.

Miro esta vez a Anna. No le había pasado desapercibido el gesto de interponerse entre su mirada a Aileen. Era una mujer de cojones, no cabía duda.

-Lo único que quiero de momento es escuchar aquello de los soldados locos. Vine acá para enterarme de eso, tu sabes algo ¿Cierto Rulos?- Pregunto, esta vez frió, sin agresividad, pero tampoco afabilidad.

Uyyy...pero que masho mas rudo miro con indiferencia a Scott, doy media vuelta para coger a Sean y cargarlo hasta el refugio, al parecer el tipo por muy desagradable que fuese no le haria daño a nadie, no por el momento...menos con Anna presente

Los esperare en el refugio...veremos que se puede hacer por él digo tomando al viejo, sin mirar atras me pongo a caminar rumbo al refugio

-La unión hace la fuerza, por algo los animales se juntan en manadas, para sobrevivir-dijo en términos conciliativos a Scott. Luego dio un suspiro para sentarse también, pensó un momento antes de responder, al menos se había referido a ella por su pelo y no por su sobrepeso.
-hasta ahora hemos averiguado algunas cosas, hay una enfermedad en el ambiente, que afecta a los civiles y soldados por igual, aunque los mas paranoicos con esto son los militares...incluso no dejaron entrar a gente al refugio por temor de que estuvieran enfermas.
Estas personas sufren ataques de agresividad, o eso parece, tienen alucinaciones-esto lo dijo mirando de reojo al niño.
-pensamos que los militares están aquí, no por ayuda humanitaria sino para encontrar una cura, un tal proyecto E.D.E.N-dijo, para voltear a atender al molesto Lalo, quien había había cargado al enfermo dispuesto a llevarlo al refugio, era la mejor opción, al menos no estaría al intemperie.
-oka, ten cuidado-exclamó la mujer.

Spoiler:

Más motivos para estar solo.

-Salvo que la manada se mate a si misma, como sucederá si tu información es correcta.- ¿Acaso ella podía verlo desde su punto de vista?

Miro como Lalo cargaba a Sean, luego a Anna.

-¿Es todo lo que sabes?

-es todo lo que recuerdo, la verdad quienes están mas imbuidos en el tema son otros sobrevivientes, Raul y Lucas-aseguró, ignorando el primer comentario de Scott.
-De todas formas, mañana investigaremos mas a fondo-acotó con una sonrisa.
-si quieres puedes ayudarnos?, que te parece, eso no significa que nos acompañes al refugio, te ofrezco una especie de alianza, a todos nos conviene saber lo que esta pasando-termino de decir, mirando a la vez a Ayleen.

-Adiós, Lalo.- Dijo mirando al viejo amigo con cierta preocupación. No la acababa de convencer que anduviera por ahí él sólo.

Aileen asintió con la cabeza, de forma enérgica, después de escuchar las palabras de Anna.- Creo que te podría ser útil, además, vamos a ir unos laboratorios y una casa, igual en el primer lugar queda algo de comida en esas máquinas expendedoras que tenían en los lugares importantes.- Es evidente por su forma de habalr que el mundo de la Unión, o siquiera de las empresas, le era del todo ajeno.

-La información es poder, dicen algunos, así que si vienes quizá puedas saber más cosas sobre lo que está pasando y luego, cuando vayas sólo de nuevo, tendrás más oportunidades de sobrevivir.

-Siempre se está a tiempo de buscar un agujero solitario, pero no muchas veces se encuentra uno con la oportunidad de saber la verdad, obtener algo de información útil y tener ayuda sincera.- Desde luego, las palabras de Aileen sonaban sinceras, pese a tener casi dieciocho años parecía que conservase una parte de inocencia infantil, pues aquello que le decía al serio Scott parecía más orientado a querer echarle una mano a él, que a aprovecharse de su ayuda.

Scott escucho toda la argumentación de las mujeres, el ofrecimiento de una alianza y hasta las ventajas que señalara la jovencita.

-No se.- Dijo, con cierta duda.

Entonces escucho lo ultimo dicho por Aileen.

-¿Ayuda sincera? Lo siento Flaca, pero no me fió de ti, ni de tu amiga.- Dijo respondiendo a la joven.

Se acerco a las mujeres, sin mostrar agresividad. Busco en la caja hasta que encontró algo.

-Seguramente sirvan para curar al Perro. Daselas al Doc. Y diganle a Sean cuando despierte que con eso quedamos saldados por lo del monstruo asesino. El entendera.-Entrego a Anna 2 vendas y 2 motas de algodón.

Hizo una seña de despedida mientras comenzaba a alejarse. Miro de reojo hacia atrás.

-En fin chicas, ahí se ven.

Scott camina alejándose del grupo, buscando salir del cementerio.

Ana despidió a Scott moviendo su mano, mientras sonríe con algo de picardia a Ayleen, esperando que el ex-policia se alejara.
-tan guapo y tan antipatico-exclamó la regordeta mujer para dar un suspiro.

De pronto Matias se levanta de un salto.
-AHI VIENE-exclamó con una sonrisa corriendo en dirección a la calle, sobrepasando incluso a Scott, para luego frenar en seco.
No era Rita, era otra mujer, que se veia delgada y algo enfermiza, era Eva.
La joven miro seriamente al niño agachándose para quedar a su altura.
-Tu eres Matias?...-preguntó de forma directa, el niño retrocedió pero ella ya lo tenia cogido por el brazo.
-contéstame, ese es tu nombre, Matias?-volvió a decir con tranquilidad, pero de forma seria.
-AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!!!!, SUELTAME, UNA LOCA UNA LOCA!!!-gritò el chico.
-no, espera yo no so.....-agrego Eva entre los gritos del pequeño engendro.

Anna y Ayleen que habian quedado mas atras solo veian a una persona con el chico, de enseguida la mujer se sobresalto.
-una demente??!!-exclamó, tomado un camote del suelo.
-maldiciòn, debimos mandar al niño con Lalo-señaló ates de correr a rescatar a Matias.

Scott ya caminaba alejándose del lugar cuando sucedió todo el escandalo. Nuevamente Matias, ese niño si que tenia facilidad para armar problemas. Casi como él.

-Quedate quieto Enano. Ella es amiga del Doc.- Dijo pasando al lado de ellos, y guiñandole un ojo a Eva.

Continuo caminando como si nada pasase, alejandose de la confusa escena. Era problema de Anna hacer de niñera del grupo, no de él.

Aileen echó a correr también, lamentando no haber llevado a Carpet, él alcanzaría al niño sin ningún esfuerzo. Sin embargo, aunque no aminoró la marcha, se acordó de lo mal que reaccionó Matías ante el perro... una vieja o algo así, había dicho.

Cuando llegaron a una altura prudecnial obseró a la mujer, no parecía estar atacando al muchacho, pero era difícil saberlo.- ¿Eva? ¿Es ese tu nombre? Creo que Matías te había confundido con alguien y ha reaccionado mal al ver que no eras.- Se puso cerca del niño, para dalre seguridad, pero también para vigilar que la mujer no mostrase algún síntoma violento de pronto. Si reaultaba estar tan sana como ellos, no quería que el niño le atacase como hizo con Carpet.